FOTO: burladero.com
La localidad sevillana de Espartinas se ha entregado esta tarde a dos toreros de su tierra. La ocasión lo merecía y el pueblo acudió en masa a su bonita y moderna plaza, llenándola casi por completo.
En el cartel, el torero que ha hecho a su pueblo internacional en el mundo taurino y que ha reaparecido hoy para dar la alternativa a un joven querido en su tierra, Juan Antonio Ruiz Espartaco. La tarde ha estado marcada sobre todo por la complicidad que existía entre ambos dándose varias muestras de cariño y de admiración por parte del nuevo torero, que lucía un terno blanco y oro. El toro de la alternativa lo brindó Agustín a su padre y aunque no consiguió hilvanar grandes series, si puso mucho interés, sobre todo en varias series por el pitón derecho que fueron de más a menos intensidad. Hizo un toreo de trazo largo y profundo, demostrando clase, aunque no consiguió que la espada entrara en los primeros intentos, así que tras descabellar le dieron una cariñosa ovación que recogió desde el tercio. En el segundo le pudimos ver lo mejor de la tarde, sobre todo en las dos primeras series por el pitón derecho pero el toro se apagó demasiado pronto y a pesar de volver a pincharlo, el público le pidió una oreja con fuerza que el presidente otorgó.
Espartaco ha tenido la peor suerte en el sorteo y ha estado por allí haciendo lo que buenamente podía, que no era mucho, aunque sacó su valor y su raza demostrando que no quería dejarse ganar la pelea. A su primero lo toreó por ambos pitones exprimiéndolo hasta el final, y matando de certera estocada consiguió arrancarle una oreja. Su segundo, manso y deslucido no se dejó prácticamente dar ni un pase, así que abrevió matándolo pronto.
Al Fandi le han tocado en suerte los dos mejores del encierro de Mª José Barral. Su primero destacó por el motor que tenía el toro, que no paraba de embestir. Lo toreó por ambos pitones con toreo de trazo largo y templado,sobre todo por el pitón derecho, tras banderillear fácilmente y tras certera estocada, cortó las dos orejas con mucha fuerza. Estuvo fino el Fandi sobre todo en el toreo de capa, con un excelente quite por chicuelinas al quinto de la tarde, al cual no se acabó de acoplar el granadino, que derrochó nobleza y clase, y aunque estuvo bien, no sacó todo lo que el toro llevaba dentro. Mató de estocada y le volvieron a otorgar las dos orejas, premio quizás excesivo por no aprovechar la embestida del toro de Barral. Al finalizar el festejo se negó a salir a hombres, y salió a pie acompañando al resto de la tarde. Esos gestos a veces, honran a los toreros.
En el cartel, el torero que ha hecho a su pueblo internacional en el mundo taurino y que ha reaparecido hoy para dar la alternativa a un joven querido en su tierra, Juan Antonio Ruiz Espartaco. La tarde ha estado marcada sobre todo por la complicidad que existía entre ambos dándose varias muestras de cariño y de admiración por parte del nuevo torero, que lucía un terno blanco y oro. El toro de la alternativa lo brindó Agustín a su padre y aunque no consiguió hilvanar grandes series, si puso mucho interés, sobre todo en varias series por el pitón derecho que fueron de más a menos intensidad. Hizo un toreo de trazo largo y profundo, demostrando clase, aunque no consiguió que la espada entrara en los primeros intentos, así que tras descabellar le dieron una cariñosa ovación que recogió desde el tercio. En el segundo le pudimos ver lo mejor de la tarde, sobre todo en las dos primeras series por el pitón derecho pero el toro se apagó demasiado pronto y a pesar de volver a pincharlo, el público le pidió una oreja con fuerza que el presidente otorgó.
Espartaco ha tenido la peor suerte en el sorteo y ha estado por allí haciendo lo que buenamente podía, que no era mucho, aunque sacó su valor y su raza demostrando que no quería dejarse ganar la pelea. A su primero lo toreó por ambos pitones exprimiéndolo hasta el final, y matando de certera estocada consiguió arrancarle una oreja. Su segundo, manso y deslucido no se dejó prácticamente dar ni un pase, así que abrevió matándolo pronto.
Al Fandi le han tocado en suerte los dos mejores del encierro de Mª José Barral. Su primero destacó por el motor que tenía el toro, que no paraba de embestir. Lo toreó por ambos pitones con toreo de trazo largo y templado,sobre todo por el pitón derecho, tras banderillear fácilmente y tras certera estocada, cortó las dos orejas con mucha fuerza. Estuvo fino el Fandi sobre todo en el toreo de capa, con un excelente quite por chicuelinas al quinto de la tarde, al cual no se acabó de acoplar el granadino, que derrochó nobleza y clase, y aunque estuvo bien, no sacó todo lo que el toro llevaba dentro. Mató de estocada y le volvieron a otorgar las dos orejas, premio quizás excesivo por no aprovechar la embestida del toro de Barral. Al finalizar el festejo se negó a salir a hombres, y salió a pie acompañando al resto de la tarde. Esos gestos a veces, honran a los toreros.
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