La idea de conceder esta undécima edición del Premio Antonio Bienvenida a los Valores Humanos al doctor la propuso David Mora, que asistió y participó en el sentido homenaje. Así, el diestro aseguró que “todo lo que diga sobre don Máximo será poco”. “Gracias a él estoy aquí con todos los sentimientos y pensamientos que se le pasan a uno por la cabeza en estos difíciles momentos”, confesó Mora.
Asimismo, recordó ese fatídico día del 20 de mayo en Las Ventas: “Tienes esa tranquilidad de que hay en la enfermería un profesional como el maestro, pero llegué vencido, con la tensión entre 4 y 5 y me dejé ir. Saqué las últimas fuerzas para quitarme la chaquetilla y pensé: ‘me voy a dormir y que sea lo que Dios quiera’”.
Seis meses han pasado ya del percance y, ahora, David Mora puede afirmar que “la vida te cambia, aprendes a valorar muchas cosas que pasan desapercibidas; sólo pensamos en entrenar, pero me he dado cuenta del calor humano que desprende la tauromaquia para sacar todo lo positivo”. Además, mostró su incertidumbre sobre el futuro: “No sé si podré volver a torear, pero si lo logro, intentaré realizar la tauromaquia de otra manera y aplicaré esa despaciosidad de la que hace uso don Máximo a la hora de operar”.
Además de David Mora, intervino Miguel Abellán: “Siempre recordaré que cuando entras en su hábitat de la enfermería, el doctor te recibe con una media sonrisa que te transmite serenidad; espero que nuestro ángel de la guarda siga otros 48 años en Las Ventas”. Asimismo, Uceda Leal confesó lo siguiente: “El día que falleció mi padre, un toro me cogió a final de faena y mi preocupación era no acudir al entierro, pero don Máximo logró curarme la herida y el alma”.
También participó en el homenaje Juan Mora: “El toro, ese animal que tanta gloria da, también puede tropezarse a veces con el frágil cuerpo humano. Y ahí es cuando entra el médico, ese ángel de la guarda, cuando ves que se te escapa la vida. Lo de don Máximo sí es una faena perfecta”.
Además de los matadores de toros también intervino el periodista Javier Hurtado, quien repasó la trayectoria profesional de García Padrós; José María Álvarez del Manzano y el doctor Fernando Claramunt. El acto fue dirigido y presentado por Juan Lamarca. Al final, fue David Mora quien entregó una escultura de Santiago de Santiago al homenajeado, quien subrayó que el suyo “es todo un trabajo en equipo” y mostró su agradecimiento al Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida.
Asimismo, recordó ese fatídico día del 20 de mayo en Las Ventas: “Tienes esa tranquilidad de que hay en la enfermería un profesional como el maestro, pero llegué vencido, con la tensión entre 4 y 5 y me dejé ir. Saqué las últimas fuerzas para quitarme la chaquetilla y pensé: ‘me voy a dormir y que sea lo que Dios quiera’”.
Seis meses han pasado ya del percance y, ahora, David Mora puede afirmar que “la vida te cambia, aprendes a valorar muchas cosas que pasan desapercibidas; sólo pensamos en entrenar, pero me he dado cuenta del calor humano que desprende la tauromaquia para sacar todo lo positivo”. Además, mostró su incertidumbre sobre el futuro: “No sé si podré volver a torear, pero si lo logro, intentaré realizar la tauromaquia de otra manera y aplicaré esa despaciosidad de la que hace uso don Máximo a la hora de operar”.
Además de David Mora, intervino Miguel Abellán: “Siempre recordaré que cuando entras en su hábitat de la enfermería, el doctor te recibe con una media sonrisa que te transmite serenidad; espero que nuestro ángel de la guarda siga otros 48 años en Las Ventas”. Asimismo, Uceda Leal confesó lo siguiente: “El día que falleció mi padre, un toro me cogió a final de faena y mi preocupación era no acudir al entierro, pero don Máximo logró curarme la herida y el alma”.
También participó en el homenaje Juan Mora: “El toro, ese animal que tanta gloria da, también puede tropezarse a veces con el frágil cuerpo humano. Y ahí es cuando entra el médico, ese ángel de la guarda, cuando ves que se te escapa la vida. Lo de don Máximo sí es una faena perfecta”.
Además de los matadores de toros también intervino el periodista Javier Hurtado, quien repasó la trayectoria profesional de García Padrós; José María Álvarez del Manzano y el doctor Fernando Claramunt. El acto fue dirigido y presentado por Juan Lamarca. Al final, fue David Mora quien entregó una escultura de Santiago de Santiago al homenajeado, quien subrayó que el suyo “es todo un trabajo en equipo” y mostró su agradecimiento al Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida.
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