El onubense Paco Hidalgo corta una oreja como el Manriqueño y el colombiano Castrillón.
En tarde calurosa y como cierre de los festejos taurinos celebrados con motivo de la feria de la localidad de Zalamea se han corrido erales de Manolo González y González Sánchez Dalp de buena presentación, justos de fuerza y buen juego, destacando quinto y sexto. La plaza de los Arrepentios se lleno en la mitad de su aforo. Manriqueño de grosella y oro, oreja, Emilio Molina de verde y azabache vuelta, Paco Hidalgo de purísima y oro oreja. El Pileño de grana y azabache vuelta. Castrillón de fucsia y oro con cabos blancos oreja y Carlos Martin de nazareno y oro, ovación.
Buena feria la de la localidad zalameña, de tanto prestigio y predicamento taurino en toda la provincia, una corrida de toros con una cartel de mucho interés y una novillada sin picadores con gusto y dos onubenses en letras grandes. Ayer la informática y la ley de Murphy nos impidieron dar la cobertura necesaria a este pueblo y a esta feria donde tanto cariño han, me atrevo a decir hemos, puesto todos.
Tras el buen sabor de boca de lo que el presidente de la Peña Cultural Taurina de zalamea, Adolfo Lozano, define como una corrida para aficionados por la importancia de los sucedido en Zalamea el pasado sábado, por los matices de las faenas, el juego del ganado y la actitud de los toreros, nos ponemos manos a la obra..De lo acontecido en la tarde de ayer, destacamos el nivel de los novillos quinto y sexto, el ambiente de partidarios y familiares de las gradas, los emotivos y secretos brindis a padres, madres, titas y demás parentela, las ganas de los toreros, las carencias de algunos, la disposición de otros y las palizas que se han llevado casi todos por parte de los Núñez que venían de la cercana Aracena.
Por nombres, a Manirqueño, torero al que le tenemos fe, hoy lo hemos visto toreando deprisa, en un faena intermitente y de más poco menos.Fuerte voltereta, al meter la tizona, que lo hizo volar a mucha altura.
Muy buen sabor nos dejo Emilio Molina, el sevillano se las vio con un enemigo poco claro, que se lesionó en banderillas y al que el torero lo dejó recuperase, le dio distancia, sitio y tiempo y al final enjaretó una faena de peso, con lances por la izquierda de mucha largura y sabor. Su “tamaño”, es un gran hombre, lo que resta transmisión a sus faenas y la espada le quitaron la posibilidad de tocar pelo.
“Nuestro” Paco Hidalgo sigue evolucionando, con el tercero de la tarde. Muy falto de fuerzas y un poco rebrincado mostró su progreso en el uso de los trastos, sin amargo la faena nunca tomó vuelo. El choquero anduvo demasiado rígido, la responsabilidad del debut en su tierra, suponemos, le falto enfibrarse, un poco de locura y un paso más, Mató de un pinchazo hondo que sirvió.
El Pileño se llevo una paliza que acabó con su preciso terno para el sastre y el culo al aire del muchacho. El toro, de nombre Loquito, se colaba, el torero dejaba huecos enormes entre muleta y cadera, no se afligía el de Pilas por la leña, pero en esas condiciones lo de las manoletinas finales eran una provocación, se llevó otra paliza, claro. Bien por no rajarse.
Mucha enjundia torera tiene este Castriillón, al que ayuda el maestro José Antonio Campuzano, se le vio más rodado, toreo importante, con pose, con verdad y con gusto muchas ganas de hacer cosas y de hacerlas bien pudimos disfrutar en el sudamericano. Lo de matar, como todos, la espada hizo guardia luego un episodio. Buen sabor de boca.
El torero que cerraba la tarde venía de más cerca, de Aracena, como los novillos, este Carlos Martín se gustó con el capote en el eral del colombiano y dejó sus tarjeta de visita, valor, quedarse quieto y seriedad “vitigudinitica”, si existiese el adjetivo. Ya en su novillo, puso banderillas, o la menos lo intentó, con más voluntad que acierto, luego con la muleta el cebollero se queda quieto, es listo, aprende y tiene valor, Poco más que decir de su actuación de ayer, que suponía su debut en público, mimbres ahí, y camino por delante.
Necesarios estos festejos, imprescindibles, buena programación taurina la de Zalamea y buenas impresiones de la tarde de los noveles.
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