Vicente
Parra Roldán.
El 10 de junio de 1.971 se celebró la festividad del
Corpus Christi y, en esta ocasión, la Monumental Plaza de toros de Huelva
acogió una corrida de toros en la que tomaron parte Ruiz Miguel, Julián García
y el mejicano Eloy Cavazos.
En
esta ocasión, los tendidos del coso choquero acogieron a poco más de un tercio
de su capacidad, calculándose en unos cinco espectadores los que acudieron a
presenciar el festejo que estuvo movido en sus prolegómenos por cuanto estaban
anunciados seis astados de Eugenio Marín Marcos pero la autoridad gubernativa
desechó en el acto del reconocimiento tres toros, que serían sustituidos por
otros tantos de José Luis Soto de la Fuente.
El
triunfador de la terna fue el valenciano Julián García que totalizó tres orejas
y un rabo en una tarde donde buscó el éxito desde el primer momento. Con el
cárdeno entrepleao, del hierro de Marín Marcos, con el que abrió plaza, Julián
puso de manifiesto su enorme valor en un trasteo iniciado con una serie de
molinetes que entusiasmaron a los tendidos para concluir de media, logrando un
trofeo.
Con el otro, de Soto de la Fuente, se lució en un quite por chicuelinas
antes de brindar al maestro Miguel Báez “Litri” para realizar otra faena lucida
entre las aclamaciones del respetable, que, al terminar de estocada corta,
solicitó y obtuvo los máximos trofeos que el valenciano paseó en olor de
multitudes mientras sonreía a todos sus admiradores onubenses.
También
saldría a hombros al término del festejo el cañaílla Francisco Ruiz Miguel que
obtuvo una oreja de cada uno de sus oponentes. En el primero de su lote, de
Marín Marcos, se lució con el capote y con la muleta, especialmente al poder
con las embestidas de un animal corretón y que derrotaba con mucho peligro. Sin
embargo, el gaditano estuvo por encima de las condiciones de su oponente, al
que mató de una formidable estocada. Con el quinto, que fue perdiendo gas y
quedándose en la mitad de las suertes, logró un trasteo efectivo que tuvo como
culminación una gran estocada, que le valió un nuevo trofeo que le permitió
acompañar a Julián García en la salida a hombros.
Abrió plaza el mejicano Eloy Cavazos que quedó inédito. Su primero llegó muy descompuesto a la muleta y el diestro terminó con él cuanto antes, necesitando de un pinchazo y una estocada en los bajos. El cuarto sufrió un fuerte golpe al perseguir hasta el burladero a un peón, quedando diezmado. Pese a las protestas del público, el animal no fue devuelto y reemplazado por el sobrero. El animal, que no podía mantenerse en pie, rodó en varias ocasiones y, entre las protestas del público, Cavazos se lo quitó de encima de dos metisacas.
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