Del novillero Fernando del Toro, se lee en las reseñas biográficas que es nacido en Sevilla lo cual es cierto, pero no es menos cierto, que su infancia transcurrió en la localidad natal de su madre, la muy onubense Villaba del Alcor. Esta generación de hijos de madres trabajadoras y mujeres emancipadas han encontrado siempre el apoyo moral y la atención constante de los abuelos, Eso encontró el niño Fernando en el pueblo de blancas paredes, buenas gentes, toros de cuerda por las calles y cercano a las ganaderías de bravo de Diego Garrido, Carmen Borrero, Antonio Rubio Macandro. De esa infancia de libertades en el pueblo frente a la constricción y los miedos de la gran capital. De ese pueblo tomó el apellido materno con el que se anuncia, ese “Del Toro” que le viene pintiparado, de ese pueblo mamó la afición al ver el toro por la calle ensogado y amo del centro de la localidad, en esa localidad debutó con caballos el 8 de Julio del 2006 donde con reses de Guadiamar y encartelado con Daniel Luque, y los jóvenes rejoneadores Joao Moura y Leonardo Hernández, esa tarde cortó Cuatro orejas y rabo. No se puede negar por tanto de donde se siente, de donde le viene la afición y donde tiene sus ancestros.
Esta semana nos lo encontramos tentando en el campo bravo onubense, nos topamos con la madurez de sus veinticinco años, la soledad de su carrera, las muchas dificultades de querer ser gente en el toro, los revolcones en la plaza, las cornadas de los despachos y una ilusión a prueba de desengaños.
Forjado, luego de esa infancia villalbera, en la en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla junto al Tito de San Bernardo y Curro Puya, sus maestros, salió lanzado a las novilladas sin caballos resultando triunfador del muy prestigioso “Espárrago de Oro” de San Adrián (Navarra)., así como en la señera Feria de Rion (Francia) o en el XXI Memorial 'Vicente Ruiz' al mejor novillero sin picadores de la Feria de San Juan de Soria.
El año pasado hizo ocho paseíllos, perdiendo otros por una fractura de la mano izquierda en una faena campera en la ganadería de Antonio Muñoz, en pleno mes de agosto. Esta lesión le mantuvo alejado de los ruedos más de un mes, con el brazo escayolado. Este año también sufre una cornada en casa de Gerardo Ortega, unidas ambas al cornalón de Tarifa jalonan de dureza y sangre la difícil carrera de Fernando.
Se produce también su presentación en la Maestranza de Sevilla, una plaza de especial relevancia para cualquiera y más para alguien que se ha criado con ese sueño en su punto de mira y en las Ventas de Madrid, tardes, especialmente la madrileña, donde dejó buen sabor de boca al aficionado, aunque no consiguió tomar el vuelo necesario
para entrar en las ferias.
¿No te aburres del toro, de su dificultad, de sus sinsabores?
Al contrario, tengo más ilusión que nunca, entreno el la Plaza del Vizir, con El Cid, Salvador Cortés y muchos otros toreros, figurones del toreo y yo no me veo menos en ganas, en condiciones, en afán.
¿Por que no has roto a torear seguido en ferias de importancia?
Son muchas cosas, pero quizá me ha faltado alguien que me haya dado la confianza, la continuidad, el cariño, el apoyo y el empujón necesarios. Luego dependería de mi, yo no puedo irme de esto hasta que lo haya intentado de todas las maneras por que yo sigo confiando en Fernando del Toro como torero. El día que no sea así me quedare en casa.
Y este año…
Solo, sin apoderado, incluso noto menos posibilidades de hacer campo, siempre los ganaderos de Huelva se ha portado bien. Mis ánimos no se enfrían. Tiene que pasar un tren y seguro que no se me escapa, me sigo preparando cada día para cuando me digan “tienes veinte novilladas firmadas ” me coja preparado. Y ese día va a llegar.
Este es proyecto del Villalbero de corazón. Gusto en el toreo de capa y firmeza con la pañosa no le faltan. Que cuando pase el tren que espera, lo sepa coger, los sepa mandar lo sepa parar y lo pueda matar. Huelva tendrá un torero si así sucede.
Esta semana nos lo encontramos tentando en el campo bravo onubense, nos topamos con la madurez de sus veinticinco años, la soledad de su carrera, las muchas dificultades de querer ser gente en el toro, los revolcones en la plaza, las cornadas de los despachos y una ilusión a prueba de desengaños.
Forjado, luego de esa infancia villalbera, en la en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla junto al Tito de San Bernardo y Curro Puya, sus maestros, salió lanzado a las novilladas sin caballos resultando triunfador del muy prestigioso “Espárrago de Oro” de San Adrián (Navarra)., así como en la señera Feria de Rion (Francia) o en el XXI Memorial 'Vicente Ruiz' al mejor novillero sin picadores de la Feria de San Juan de Soria.
El año pasado hizo ocho paseíllos, perdiendo otros por una fractura de la mano izquierda en una faena campera en la ganadería de Antonio Muñoz, en pleno mes de agosto. Esta lesión le mantuvo alejado de los ruedos más de un mes, con el brazo escayolado. Este año también sufre una cornada en casa de Gerardo Ortega, unidas ambas al cornalón de Tarifa jalonan de dureza y sangre la difícil carrera de Fernando.
Se produce también su presentación en la Maestranza de Sevilla, una plaza de especial relevancia para cualquiera y más para alguien que se ha criado con ese sueño en su punto de mira y en las Ventas de Madrid, tardes, especialmente la madrileña, donde dejó buen sabor de boca al aficionado, aunque no consiguió tomar el vuelo necesario
para entrar en las ferias.
¿No te aburres del toro, de su dificultad, de sus sinsabores?
Al contrario, tengo más ilusión que nunca, entreno el la Plaza del Vizir, con El Cid, Salvador Cortés y muchos otros toreros, figurones del toreo y yo no me veo menos en ganas, en condiciones, en afán.
¿Por que no has roto a torear seguido en ferias de importancia?
Son muchas cosas, pero quizá me ha faltado alguien que me haya dado la confianza, la continuidad, el cariño, el apoyo y el empujón necesarios. Luego dependería de mi, yo no puedo irme de esto hasta que lo haya intentado de todas las maneras por que yo sigo confiando en Fernando del Toro como torero. El día que no sea así me quedare en casa.
Y este año…
Solo, sin apoderado, incluso noto menos posibilidades de hacer campo, siempre los ganaderos de Huelva se ha portado bien. Mis ánimos no se enfrían. Tiene que pasar un tren y seguro que no se me escapa, me sigo preparando cada día para cuando me digan “tienes veinte novilladas firmadas ” me coja preparado. Y ese día va a llegar.
Este es proyecto del Villalbero de corazón. Gusto en el toreo de capa y firmeza con la pañosa no le faltan. Que cuando pase el tren que espera, lo sepa coger, los sepa mandar lo sepa parar y lo pueda matar. Huelva tendrá un torero si así sucede.
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