SEVILLA ES MANSA.. QUE DIGA, SANTA

Vaya tarde soporífera hemos pasado hoy en Sevilla. El petardo de la corrida del Ventorrillo ha sido un auténtico clamor, una mansada de libro gordo. En los ultimos años la corrida del Ventorrillo ha dado une excelente juego así que es ininteligible que haya salido una corrida tan excesivamente mansa, descastada, desrazada, desclasada y vacía de todo. Indudablemente ya no esté en manos de Paco Medina y eso se nota, y mucho. Desde luego estos no son los toros de otros años que han permitido grandes triunfos.

Sólo se salvó el burraco cuarto que le tocó en suerte al Juli y que no quiso dejarse ganar la pelea en su última tarde anunciado en el serial, y más después de lo que hizo el pasado viernes pero prácticamente le fue imposible. Ese fue el único que se movió un poco más aunque también acusó una gran mansedumbre que ya mosqueaba al personal. Juli lo obligó e incluso dió el natural más largo de la tarde pero cantó la gallina al verse sometido y vencido y poco más pudo hacer. Recibió una ovación a su esfuerzo. Su primero fue un toro inservible para la lidia que además se colaba por el lado derecho y que lo avisó desde un primer intante. Tampoco hubo agua en el pozo del toreo al natural y abrevió siendo silenciado.

La otra nota de la tarde la puso Daniel Luque. El de Gerena vino dispuesto pero también se fue de vacío. aunque estuvo muy firme y decidido. Comenzó su faena con un ramilete de verónicas de buen gusto pero eso no era suficiente para el triunfo que él necesita. El toro llevó la cara muy a media altura lo que era un tanto molesto y no permitió bajar la mano al sevillano. Encima no estuvo nada fino con el estoque. En el sexto fue otro manso impresionante que no dió opción a nada y que además quiso ser devuelto por el respetable pero no permitido por el Presidente. Se supone que este año la cosa está muy malita porque no echan ni un toro para atrás. De hecho esta tarde en taquilla había entradas para todos los festejos de la feria, y encima de sombra. Poco que destacar aparte de un par de series de naturales y del arrimón final de la justificación que tampoco le valió para nada.

Miguel Angel Perera no dió pie con bola esta tarde y se estrelló con un lote pésimo que no le dió opción a nada. El extremeño necesita un tipo de toro que le ayude en sus faenas y esta tarde no los vió ni por asomo. Realmente fueron para salir corriendo y lo único que pudo hacer fue justificarse. Esperemos que tenga más suerte en su corrida del miércoles de Fuente Ymbro.

Sevilla y su público maestrante definitivamente son santos porque los mansos han sido los toros de El Ventorrillo.