Tenía que pasar y ha pasado, ha pasado en Jerez, donde se ha pedido el indulto por parte de Fermín Bohórquez, un hijo del ganadero de bravo, criador del pretendido propuesto para el perdón, que rejonea desde hace mucho tiempo, por lo menos diez minutos más que Hermoso de Mendoza.
No lo indultó. Se negó la presidencia. Una presidencia con criterio, argumentos, la ley de su parte, la razón de su lado y ganas de hacer las cosas bien ha provocado que el asunto acabase con tres avisos, el toro al corral (¿Y de ahí al campo o una pistola lo habrá rematado?, el rejoneador-ganadero propuesto para sanción, y el ganadero a hombros junto a Ventura que había cortado tres orejas y a su hijo rejoneador que había cortado sólo una, del que mató.
¿Y ahora que? A ver, los que van con el reglamento a las plazas ¿Que dice el reglamento de Andalucía?
Pues reza textualemnte
En las plazas de toros permanentes, exclusivamente en corridas de toros o novilladas con picadores y al objeto de preservar la raza y casta de las reses, cuando una res por sus caracteríŒsticas zootˆcnicas y excelente comportamiento en todas las fases de la lidia sin excepció‘n y, especialmente, en la suerte de varas, sea merecedora del indulto, podrá concederlo la Presidencia del espectáculo, de manera excepcional, cuando concurran todas las circunstancias siguientes:
a) Que sea solicitado mayoritariamente por el pú–blico.
b) Que lo solicite el diestro a quien haya correspondido la lidia de la res.
c) Que muestre su conformidad el ganadero o mayoral de la ganaderíŒa a la que pertenezca.
Y aún reza más
5. Queda prohibido conceder el indulto en plazas no permanentes o portátiles, asŒ como en festivales taurinos u otros espectáculos distintos a los previstos en el apartado primero.
Los Presidentes o Presidentas del espectculo que incumplan estas prohibiciones o las condiciones reglamentarias para otorgar el indulto, podrán ser declarados no aptos para tal funci‘n
por la Direcci‘n General competente en materia de espectáculos taurinos, previa audiencia del interesado.
Tantas irregularidades en número como en el indulto histórico de Sevilla, no se hubiera cumplido el reglamento. Por que es distinto, claro, no hubo perfume en Jerez, el presidente no se emocionó, no hubo clamor y podemos seguir enumerando subjetividades.
Dejado claro que cada vez veo menos similitudes entre el rejoneo y el toreo a pie, aclaramos que según nos cuentan, sólo había media plaza y de esta media sólo pidió el indulto a instancias de parte, Fermín Bohórquez, la mitad. Decir que el indulto vino de abajo, encima del caballo, arriba donde estaban los consumidores de espectáculos taurinos. Y que tras ser devuelto el toro a los corrales hubo palmas y pitos.
Sigo aclarando, huyo del indulto, y sin pasar por el fielato del caballo, lo desprecio.
En fin, el indulto se apodera de la fiesta, y ahora ya hemos abierto la caja de Pandora A ver quien la cierra, ¿Será cultura? ¿Será el G-8 donde no hay rejoneadores? ¿Será la asociación de presidentes, consortes y mamandurrias? ¿O será la ética, donde, según Francis Wolff, es necesaria la muerte para justificar la fiesta? ¿O será el público soberano que se marchará de las gradas, los que quedan, ante tanto matiz y subjetividad?
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