El juego de ambitotoros Decubran quien de los cuatro es el torero
Perera puso el toreo, Talavante la emoción y Ferrera la sangre
Gran tarde de los toreros extremeños en Zafra.
Preciosa tarde de toros en la asolerada plaza de Zafra. casi lleno en los tendidos, saldo ganadero en los carteles que sirvió, pueblo en fiestas y con feria de tronío, taurina y agroganadera, los restaurantes llenos, el ambiente rancio de toros de otro siglo, en los tendidos más de uno sabía distinguir un retinto de un limousino sólo por el mugido, y hubieran sabido enganchar el toro al balancin de las mulillas sin agacharse. El cartel con todos los atractivos posibles para el público castúo y el foráneo, un torero banderillero en su mejor momento, una figura que ha remontado la temporada y la vida a base de coraje e independencia y una revolución de la que "El Guerra " hubiera dicho "dense prisa si quieren verlo" con disposiciones de triunfo. la compañía en los tendidos grata y amena de amigos extremeños, a los que por cosas del del destino no conocíamos hasta hoy conociendo a toda su reata y todo su cercado (su familia y sus colegas de curro para los profanos).
No gusta ver en los carteles ganado de tres hierros, enlotados además sin abrir como si cada matador los hubiera traído debajo del brazo, pero si la alternativa es que venga un solo hierro con dos toros en tipo y cuatro fuera de los estándares del encaste, terciados o burros. feos o perjudicados, la decisión no tiene color, mejor el popurrí que nos ha ofrecido la empresa a la que hay que agradecer que lo anunciase en los carteles desde el primer momento y no lo cambiase una vez que se cae del cartel Ponce , así no se engaña a nadie.
Lo de Ferrera tiene merito, sus faenas se basan en el vibrante segundo tercio que protagoniza cada tarde, con la muleta se limita a mantener la emoción y a que el toro no le toque la muleta, no es temple lo suyo, no me pregunten que es pero no es temple si temple es lo de Perera a su primero o lo de Talavante a su segundo. Con este bagaje y una cornada (nos dicen ahora que grave y de quince centímetros lo que en la plaza nos pareció un puntazo) y un cabezazo en el callejón al coger el olivo, con estas alforjas digo, cortar un rabo delante de dos figurones de los que mandan en esto, tiene merito y valor, si además lo hace vestido de bombero torero, casi sin torear con la izquierda, encima tras su segundo intento al entrar a matar y para darle más valor es el único rabo de la tarde sólo nos queda decirle: Olé sus redaños, usted es torero y esta tarde lo ha certificado, la última vez que le vimos en directo fue en Pamplona el día de su reaparición capidisminuido físicamente y toda la acritud de aquel público se volvió apoyo y ternura de sus paisanos, se las merece Ferrera. En el primero, manso pregonao, poco pudo hacer después de la cornada y la consiguiente caída en el callejón.
Talavante enlotó en los dos de Cuvillo el mejor y el peor de la tarde, ante el parado y listo cinqueño que hizo de tercero mostró su carencia principal, su falta de oficio, saber cortar una oreja aliviándose, a lo mejor no es una carencia y es una virtud, pero entonces que no alargue la faena hasta la pesadez, ya saben el undécimo mandamiento "no ponerse pesado nunca". En el sexto, un Cuvillo que fue el mejor de la tarde en reñida competencia con el segundo de Fuenteymbro premiado con la vuelta al ruedo, otra vez tenemos que irnos a los ordinales mayores que diez, undécimo duodécimo natural, undécima duodécima bernardina y cada uno, (una) mejor, que la anterior, de más hondura, de más riesgo de más personalidad, No, no pudimos contarlos en la plaza, pero en nuestra mente buscábamos el pase de pecho que abrocha la serie, despues del cuarto del quinto y ahora nuestro subconsciente nos dice que tendían a infinito el numero de naturales. Bueno, que duda cabe que el álgebra nos jugo una mala pasada, no es posible que nadie receté tantas bernardinas, tan ajustadas y con los pies tan clavados en el albero, pues si no fue un sueño, y si mi hermana Carmen, Jacinto y Ladislao no me lo discuten, aquello fue verdad y quizá las lágrimas de los padres del torero sentados tras nuestras localidades corroboren que esto no ha sido producto del Pitarra.¿ Por que no le dieron un rabo?, no me lo pregunten, tampoco importa, por que se llevó el corazón literalmente (ha provocado cardiopatías graves) de la plaza.
Este que firma va a la plaza a ver toros bravos y con raza frente a toreros que domeñan su bravura produciendo arte y verdad estética, De esto que suena a cursilada hoy Perera ha regado arrobas en el coso segedano, dos toros de Gallardo de distinto son y condición. Al muy noble primero lo dominó por bajo, lo toreó como me enseñaron que hay que hacerlo, cogiendo al toro delante y soltándolo detrás, muy atrás, después de un recorrido curvo y largo, dejar la muleta en la cara, no salirse de los terrenos y quedar colocado para el siguiente muletazo, que se adivina mejor y con más temple por que ya se conoce la velocidad del toro, sus ansias ante la muleta y su condición, lo filigraneo por ambos pitones, los redondos fueron eternos y la verdad de su toreo hizo que el toro pareciera mejor de lo que en realidad fue. Bien el ganadero que impidió la osadía del indulto, bien el torero que no se enredo en batallas absurdas y ¿mal el público por el agravio comparativo de no pedir los máximos trofeos? no, ...el público es soberano y más después de apoquinar sesenta eurazos por una "papeleta para la tourada" como se quejaba algún vecino luso de localidad.
Al segundo, menos claro, menos noble y menos toro, le pudo por que está en racha, por que fue más bravo que el toro, por que saber torear a media altura y por que se conoce esta ganadería al dedillo. Pisó terrenos entre los pitones del toro que nos han traído recuerdos sanluqueños, si, que no se me estremezcan los puristas, empujó con la taleguilla la pala del pitón hasta embarcarlo en la muleta, mató a la segunda y el público se mostró frió.
Tarde de buen toreo, toros potables y ambiente de corrida antigua. Así da gusto
Gran tarde de los toreros extremeños en Zafra.
Preciosa tarde de toros en la asolerada plaza de Zafra. casi lleno en los tendidos, saldo ganadero en los carteles que sirvió, pueblo en fiestas y con feria de tronío, taurina y agroganadera, los restaurantes llenos, el ambiente rancio de toros de otro siglo, en los tendidos más de uno sabía distinguir un retinto de un limousino sólo por el mugido, y hubieran sabido enganchar el toro al balancin de las mulillas sin agacharse. El cartel con todos los atractivos posibles para el público castúo y el foráneo, un torero banderillero en su mejor momento, una figura que ha remontado la temporada y la vida a base de coraje e independencia y una revolución de la que "El Guerra " hubiera dicho "dense prisa si quieren verlo" con disposiciones de triunfo. la compañía en los tendidos grata y amena de amigos extremeños, a los que por cosas del del destino no conocíamos hasta hoy conociendo a toda su reata y todo su cercado (su familia y sus colegas de curro para los profanos).
No gusta ver en los carteles ganado de tres hierros, enlotados además sin abrir como si cada matador los hubiera traído debajo del brazo, pero si la alternativa es que venga un solo hierro con dos toros en tipo y cuatro fuera de los estándares del encaste, terciados o burros. feos o perjudicados, la decisión no tiene color, mejor el popurrí que nos ha ofrecido la empresa a la que hay que agradecer que lo anunciase en los carteles desde el primer momento y no lo cambiase una vez que se cae del cartel Ponce , así no se engaña a nadie.
Lo de Ferrera tiene merito, sus faenas se basan en el vibrante segundo tercio que protagoniza cada tarde, con la muleta se limita a mantener la emoción y a que el toro no le toque la muleta, no es temple lo suyo, no me pregunten que es pero no es temple si temple es lo de Perera a su primero o lo de Talavante a su segundo. Con este bagaje y una cornada (nos dicen ahora que grave y de quince centímetros lo que en la plaza nos pareció un puntazo) y un cabezazo en el callejón al coger el olivo, con estas alforjas digo, cortar un rabo delante de dos figurones de los que mandan en esto, tiene merito y valor, si además lo hace vestido de bombero torero, casi sin torear con la izquierda, encima tras su segundo intento al entrar a matar y para darle más valor es el único rabo de la tarde sólo nos queda decirle: Olé sus redaños, usted es torero y esta tarde lo ha certificado, la última vez que le vimos en directo fue en Pamplona el día de su reaparición capidisminuido físicamente y toda la acritud de aquel público se volvió apoyo y ternura de sus paisanos, se las merece Ferrera. En el primero, manso pregonao, poco pudo hacer después de la cornada y la consiguiente caída en el callejón.
Talavante enlotó en los dos de Cuvillo el mejor y el peor de la tarde, ante el parado y listo cinqueño que hizo de tercero mostró su carencia principal, su falta de oficio, saber cortar una oreja aliviándose, a lo mejor no es una carencia y es una virtud, pero entonces que no alargue la faena hasta la pesadez, ya saben el undécimo mandamiento "no ponerse pesado nunca". En el sexto, un Cuvillo que fue el mejor de la tarde en reñida competencia con el segundo de Fuenteymbro premiado con la vuelta al ruedo, otra vez tenemos que irnos a los ordinales mayores que diez, undécimo duodécimo natural, undécima duodécima bernardina y cada uno, (una) mejor, que la anterior, de más hondura, de más riesgo de más personalidad, No, no pudimos contarlos en la plaza, pero en nuestra mente buscábamos el pase de pecho que abrocha la serie, despues del cuarto del quinto y ahora nuestro subconsciente nos dice que tendían a infinito el numero de naturales. Bueno, que duda cabe que el álgebra nos jugo una mala pasada, no es posible que nadie receté tantas bernardinas, tan ajustadas y con los pies tan clavados en el albero, pues si no fue un sueño, y si mi hermana Carmen, Jacinto y Ladislao no me lo discuten, aquello fue verdad y quizá las lágrimas de los padres del torero sentados tras nuestras localidades corroboren que esto no ha sido producto del Pitarra.¿ Por que no le dieron un rabo?, no me lo pregunten, tampoco importa, por que se llevó el corazón literalmente (ha provocado cardiopatías graves) de la plaza.
Este que firma va a la plaza a ver toros bravos y con raza frente a toreros que domeñan su bravura produciendo arte y verdad estética, De esto que suena a cursilada hoy Perera ha regado arrobas en el coso segedano, dos toros de Gallardo de distinto son y condición. Al muy noble primero lo dominó por bajo, lo toreó como me enseñaron que hay que hacerlo, cogiendo al toro delante y soltándolo detrás, muy atrás, después de un recorrido curvo y largo, dejar la muleta en la cara, no salirse de los terrenos y quedar colocado para el siguiente muletazo, que se adivina mejor y con más temple por que ya se conoce la velocidad del toro, sus ansias ante la muleta y su condición, lo filigraneo por ambos pitones, los redondos fueron eternos y la verdad de su toreo hizo que el toro pareciera mejor de lo que en realidad fue. Bien el ganadero que impidió la osadía del indulto, bien el torero que no se enredo en batallas absurdas y ¿mal el público por el agravio comparativo de no pedir los máximos trofeos? no, ...el público es soberano y más después de apoquinar sesenta eurazos por una "papeleta para la tourada" como se quejaba algún vecino luso de localidad.
Al segundo, menos claro, menos noble y menos toro, le pudo por que está en racha, por que fue más bravo que el toro, por que saber torear a media altura y por que se conoce esta ganadería al dedillo. Pisó terrenos entre los pitones del toro que nos han traído recuerdos sanluqueños, si, que no se me estremezcan los puristas, empujó con la taleguilla la pala del pitón hasta embarcarlo en la muleta, mató a la segunda y el público se mostró frió.
Tarde de buen toreo, toros potables y ambiente de corrida antigua. Así da gusto