PRECIOSA TARDE DE TOROS EN MOGUER

PRECIOSA TARDE DE TOROS EN MOGUER

FINITO Y RIVERA DOS OREJAS, DOBLADO UNA POR EL MAL USO DE LOS ACEROS.
Incidencias. Tarde de magnifica temperatura. Tres cuatro de plaza. Corrida con motivo de la feria de Moguer.
Ganado. Seis toros de Carlos Núñez de muy correcta presentación, manejables justos de fuerza y casta aunque nobles. Destacaron tercero y cuarto.
Finito de Córdoba de Rosa y azabache silencio y dos orejas.
Rivera Ordóñez de azul pavo y oro Palmas y dos orejas
José Doblado . De Grana y oro. Oreja y ovación.
Hay placeres en la vida de los que no es aconsejable sustraerse, ya conocen aquello de Oscar Wilde sobre que la mejor forma de vencer a una tentación es sucumbir a ella. Pues uno de esos placeres es sin duda una tarde de toros en Moguer aprovechando “los Días de la Virgen”. Marchar al mediodía a la localidad a la que el Juan Ramón regaló prestancia con aquella metáfora ajustada y por bajo, aquel pase de la firma del no muy taurino Nobel , la luz con el tiempo dentro, ir a la feria donde cada caseta es la casa de un moguereño donde no es que te atiendan, te agasajan, te empujan a degustar placeres, empezando por la conversación, siguiendo por los manjares, por el vino de que han ido a comprar esa mañana a la calle Rábida, “An Cá Gallinato que tiene mu buena madre”, la contemplación de las guapas mujeres, los altivos jinetes y los elegantes enganches, un buen cante y por supuesto la compañía de buenos amigos, de viejos conocidos y de íntimos amigos de diez minutos.
Si todo esto viene aderezado por un cartel de toros que es un romance, Finito, Rivera, Doblado, la madurez del maestro cordobés, el tirón del torero mediático y la guinda del recién alternativado torero de la tierra, la tentación se hace irresistible y así debieron pensarlo los muchos moguereños y otros tanto forasteros que han llenado hoy la plaza en más que sus tres cuartas partes. Si todo esto lo hacemos en compañía de amigos como Rafael Iñiguez y Rafael Chaves, Esteban, Juanini el Marismeño, Fernando Terrón, el placer se convierte en capricho de dioses.
Decíamos que Finito de Córdoba es maestría, sí, pero es mucho más, es gustarse toreando, el trazo largo, recogiendo la embestida del animal adelante embarcándolo y dándole salida allá lejos al final curvado de un muletazo que se eterniza, es el toreo puro que sale cuando sale y cuando sale llena, toreo de peso, de verdad. Tiene este Juan Serrano la llave del toreo y cuando halla la cerradura, como en el cuarto noble y bravo de Carlos Núñez, el embrujo brota y el arte se impone, dos orejas fue el premio, pero el verdadero premio se lo llevo el alegre público que paladeo el arte en estado puro, esa verdad momentánea y eterna que es una faena a un toro bravo en el centro del ruedo. En el primero de menos fuerza y casta no se produjo la magia a pesar de unas cuantas series de merito, el mal uso de los aceros acabo de privarle de mayor premio que un respetuoso silencio.
Rivera encandila a los tendidos, es uno de los toreros de más fuerza en la taquilla, después de diez años de alternativa tiene oficio y técnica más que acreditados y es difícil que pase una tarde “in albis” , logro levantar al público de sus asientos con un par al violín de mucho merito, dejándolo arriba con sabor antiguo y buenas maneras, la bande del maestro Pinzón le acabo de calentar el ambiente y ahí se vino su tarde arriba y después de poderosas series con ambas manos, los desplantes y el encimismo con que abrochó la faena le hicieron cortar las dos orejas a este buen toro de Núñez. En el segundo soso y descastado obtuvo palmas después de una faena más de intentos que de realidades, mas de querer que de poder y más Rivera que de Ordóñez..
Para José Doblado esta era su primera tarde de luces después de su triunfal alternativa del mes de Abril, en Palos de la Frontera, su pueblo de adopción. Los nervios, lógicos, la falta de confianza, los problemas a la hora de matar no ensombrecen su dimensión de torero importante que se crece en el castigo, que somete a los toros, que aprende de sus condiciones y les acaba pudiendo; al primero tardó en verle el excelente pitón izquierdo por donde acabo enjaretando series magistrales, para volver al derecho con el toro entregado a la firmeza de un a muleta poderosa y planchada como marca la verdad de la tauromaquia profunda de este torero hondo y sincero que no sabe engañar y pone verdad en todo lo que hace. Los molinetes de rodillas pusieron el broche de emoción a una faena importante, como importante fue la que le endoso al que cerraba plaza, un toro con la virtud de la fijeza y la obediencia al engaño donde el iliplense se gustó y nos gusto a todos, la tizona lo despertó del sueño de los máximos trofeos que tenía en el morral antes de emborronar la faena en la suerte suprema, ya decimos, matadores de toros, que buen torero, que inexperto matador.
Emocionante final con el corte de coleta de Miguel Conde, ese magnifico hombre de plata con el corazón de oro, piedra angular del toreo onubense de los últimos treinta años, un hombre bueno detrás de un entrañable cascarrabias.
Y ya saben todavía están a tiempo de disfrutar de una tarde de toros en Moguer, hoy con la alternativa del primer caballero rejoneador de Huelva, Pedro Calero, con Hermoso de Mendoza de padrino y Joao Moura hijo de testigo.