Historia de un gesto.
Su cara es siempre morena, cetrina la tez diría el clásico, es su color por que indefectiblemente pasa sus mañanas en el campo, las tardes en el despacho. Hace dos semanas en Valverde del Camino nos saludamos al entrar en la plaza, efusivo como siempre y con una agradable sonrisa. A medida que la corrida transcurría yo buscaba sus ojos y al cruzarnos la mirada el movía en elocuente gesto la cabeza. Digo elocuente gesto y sería incapaz de resumir en menos de lo que ocupa el Cossio lo que me estaba diciendo, menos aún lo que estaba pensando. La cosa no iba bien. Su faz ahora era negra mulata, pero seguía saludando con una sonrisa a paisanos y admiradores..
Mi crónica no fue buena para los toros de Comeuñas pero se que la respetó como una opinión más. Hablo, aclaro a los desentendidos, de Fernando Cuadri.
Este gesto, esta demudarse hacía lo trágico, hubiese quedado en mi memoria subliminal si no hubiera sido que ayer, mientras disfrutaba con unos entrañables amigos de las capeas de Trigueros, no hubiese llegado a mis manos un panfleto anunciador de los festejos editado desde el ayuntamiento, en el que se puede leer más o menos literalmente “nuestro agradecimiento a los ganaderos que aportan sus reses pues este año varios se han negado (por no tener o no poder). Entre los ganaderos que habían cedido su ganado no estaba por primera vez en muchas décadas la familia Cuadri, también faltaban los tradicionales Prieto de la Cal, Acosta, Ortega, Ramos Huelva, entre otros. Los motivos de Cuadri para no estar son sencillos como todo lo de esta familia, con excepción de los toros que pastan en Comeuñas, difíciles y listos. Resumiendo, este año por imposición legal las reses después de su paso por las capeas deben ser sacrificadas, en años anteriores podían volver a las explotaciones de partida, cuando se reclamaron las vacas de Cuadri, no tenía en el campo ganado que tuviera que sacrificar o de deshecho por lo tanto y como dijo el Guerra lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. El año que viene, si se lo solicitan, el ganadero proveerá y reservará vacas para que sus paisanos puedan presumir de haber corrido delante de un Cuadri. Ya incluso se levantan voces sobre lo endeble del ganado corrido este año, con algún espectáculo lamentable en la calle labradores.
Si los Cuadri Vides desde antes de la época de Don Celestino o de Doña Salud son parte del alma de Trigueros, la generación actual son sin duda ese mismo alma y una seña de identidad enraizada en el fondo de los triguereños. Me consta que a toda la familia se le ha ennegrecido, como a Fernando en Valverde, el gesto ante semejante desatino municipal, el sabio pueblo de Trigueros sabrá compensar el agravio.
Su cara es siempre morena, cetrina la tez diría el clásico, es su color por que indefectiblemente pasa sus mañanas en el campo, las tardes en el despacho. Hace dos semanas en Valverde del Camino nos saludamos al entrar en la plaza, efusivo como siempre y con una agradable sonrisa. A medida que la corrida transcurría yo buscaba sus ojos y al cruzarnos la mirada el movía en elocuente gesto la cabeza. Digo elocuente gesto y sería incapaz de resumir en menos de lo que ocupa el Cossio lo que me estaba diciendo, menos aún lo que estaba pensando. La cosa no iba bien. Su faz ahora era negra mulata, pero seguía saludando con una sonrisa a paisanos y admiradores..
Mi crónica no fue buena para los toros de Comeuñas pero se que la respetó como una opinión más. Hablo, aclaro a los desentendidos, de Fernando Cuadri.
Este gesto, esta demudarse hacía lo trágico, hubiese quedado en mi memoria subliminal si no hubiera sido que ayer, mientras disfrutaba con unos entrañables amigos de las capeas de Trigueros, no hubiese llegado a mis manos un panfleto anunciador de los festejos editado desde el ayuntamiento, en el que se puede leer más o menos literalmente “nuestro agradecimiento a los ganaderos que aportan sus reses pues este año varios se han negado (por no tener o no poder). Entre los ganaderos que habían cedido su ganado no estaba por primera vez en muchas décadas la familia Cuadri, también faltaban los tradicionales Prieto de la Cal, Acosta, Ortega, Ramos Huelva, entre otros. Los motivos de Cuadri para no estar son sencillos como todo lo de esta familia, con excepción de los toros que pastan en Comeuñas, difíciles y listos. Resumiendo, este año por imposición legal las reses después de su paso por las capeas deben ser sacrificadas, en años anteriores podían volver a las explotaciones de partida, cuando se reclamaron las vacas de Cuadri, no tenía en el campo ganado que tuviera que sacrificar o de deshecho por lo tanto y como dijo el Guerra lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. El año que viene, si se lo solicitan, el ganadero proveerá y reservará vacas para que sus paisanos puedan presumir de haber corrido delante de un Cuadri. Ya incluso se levantan voces sobre lo endeble del ganado corrido este año, con algún espectáculo lamentable en la calle labradores.
Si los Cuadri Vides desde antes de la época de Don Celestino o de Doña Salud son parte del alma de Trigueros, la generación actual son sin duda ese mismo alma y una seña de identidad enraizada en el fondo de los triguereños. Me consta que a toda la familia se le ha ennegrecido, como a Fernando en Valverde, el gesto ante semejante desatino municipal, el sabio pueblo de Trigueros sabrá compensar el agravio.
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