Segunda de feria. Toda la tarde cayó una intermitente lluvia que no molestó la lidia. Dos tercios de entrada.Toros de los dos hierros de la casa Pereda, el titular y la Dehesilla, de buena presentación el 1º manso muy buenos segundo y tercero, el cuarto se dejo, el feo quinto se defendió y manseó y el fiero sexto no se vio.
Cuando salió el primer toro y se empeño en que lo tacháramos de manso, saliendo suelto de las suertes los presagios fueron los peores, una tarde de fracaso de nuestro paisano ganadero. No fue así, de los seis toros que salieron por la puerta de chiqueros al menos tres sirvieron para hacer faena, sin grandes alharacas, se dejaron que dicen los taurinos.
Me gustó Abellan en el segundo, pero podía haber estado mejor, el toro le pedía sitio y el madrileño le daba dos y abrochaba, un bonito circular invertido de lo mejor de su labor. En el quinto anduvo por allí bajo la lluvia que arreciaba en ese momento, se justificó en un toro que tenía guasas y peligros que no siempre llegaron a la grada.
Girón no está, después del tercero que era difícil pero toreable y al que no le saco todo su partido, se quiso gustar y era un toro de fajarse, le salio el sexto mucho más difícil y ahí es donde el torero tiro las tres cartas. Un paso atrás del sevillano.
Curro Diaz se llevó el manso pregonao y la voltereta y la oreja y el cariño y los méritos para volver. Sólo para volver, ¿pudo ser algo más? Sus conceptos encantan en Sevilla, caló su mano bajo por el derecho e impresionó cuando grogui tras cogerlo el toro en la primera serie por el izquierdo, volvió a la cara del toro y lo mato bien, con menos de eso cortó una oreja el maestro rincón hace dos años, cosas de emociones inmensurables. El primero ni un pase, bien en abreviar.
Y ahora preguntamos, ¿para que ha servido la tarde a los toreros y a ganadero? El ganadero mandó una corrida de cinqueños, la que tenía guardada del año pasado y tres toros se dejaron, ya veremos la media del resto de ganaderos. Abellán chocaba en los carteles para algunos aficionados de Sevilla, lo veíamos firme pero debería haber dado un porrazo en la mesa. No me pregunten cuando ni como. Lo de Curro Díaz es lo del eterno torero que sabemos que lo tiene todo y sólo puede mostrar un porcentaje ínfimo. Otra tarde más sin rematar, no se porque si la meritoria oreja es más que digna, sin un triunfo clamoroso no saldrá de ese circuito donde anda el de Linares. A Girón la tarde que le debía servir de lanzadera le ha supuesto una losa. Digo Yo.
El cortijo es el sueño, la línea que distingue a la figura de los que han pasado por aquí., el que otorga carta de naturaleza a un torero.
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