Dirán ustedes que qué "pesadita" estoy con José Tomás, que si un artículo, que si otro, pero es que sólo recibo en los últimos días más y más correos sobre el diestro de Galapagar, y claro, quiero hacer partícipes a mis lectores, ya sean muchos o pocos, de lo que me llega. Parece ser que "se está preparando" como quien dice, la posibilidad de que a José Tomás le otorguen el rabo el próximo día 15 de Junio, en caso de que la faena lo merezca. No crean que me parece mal, todo lo contrario, pero ya saben que el último fue concedido a Palomo Linares hace la friolera de 36 años, y el presidente de esa corrida fue destituído al día siguiente. Imagino que se han hecho faenas inmensas en la Plaza de Las Ventas y ninguna de ellas ha sido merecedora de rabo? o es que a la afición de Madrid, llamada de las más entendidas no se atreve a pedir dicho trofeo a ninguno de los toreros actuantes? En fin, que creo que es más que posible que el día 15 José Tomás corte un rabo en el coso venteño, ya que se está predisponiendo al público a pedirlo, y el señor Muñoz Infante a concederlo, tal y como él mismo dice en sus útimas declaraciones en un periódico de tirada nacional. Ahí las llevan:
El trofeo máximo no se entrega en Las Ventas desde hace 36 años, cuando lo logró Palomo Linares. Hace más de una década que Manuel Muñoz Infante lleva a cabo la tarea de presidir corridas de toros en la Monumental de Las Ventas. Un cargo de mucha responsabilidad. El pasado 5 de junio, fecha insigne ya en la Historia del Toreo, tuvo la suerte de conceder a José Tomás cuatro trofeos tras dos faenas de gran intensidad. apunta el comisario.
Presidir un festejo de tantas connotaciones está a mitad de camino entre el orgullo y la preocupación: «Disfruté como aficionado, pero mucho menos que si hubiera estado fuera de servicio en el callejón. Eso sí, ya es un orgullo ocupar el palco y mucho más hacerlo el día que vuelve José Tomás a Madrid después de seis años». En cada decisión del presidente, por pequeña que pueda parecer, se asienta el devenir del festejo, y del éxito al fracaso hay una delgada línea a veces imposible de superar.
Su criterio
En cuatro ocasiones asomó el pañuelo Muñoz Infante el pasado jueves. «Hay quien dice que la segunda oreja del primer toro era excesiva, y es discutible, pero no puede prevalecer mi criterio al de 24.000 personas que solicitaron el premio».
La plaza de Las Ventas cuenta con cuatro presidentes, que cada tarde de toros están acompañados por dos asesores: uno que se ha dedicado al toreo y el otro, un veterinario que ha reconocido la corrida. A Muñoz Infante le tocó, según marca el orden de antigüedad, presidir el primer festejo de José Tomás y lo mismo hará el próximo 15 de junio, cuando el diestro haga su segundo paseíllo en la plaza de Madrid.
En la afición ronda la idea de que José Tomás es, quizá, el único diestro en momento de gracia para poder cortar dos orejas y un rabo en Madrid. Algo que no ocurre en Las Ventas desde hace 36 años. Fue Palomo Linares quien se llevó los trofeos máximos y al día siguiente destituyeron al presidente. «Al palco nunca subo con una idea preconcebida, pero si ocurriera algo excepcional, que roce la perfección, y lo pidiera toda la plaza, sería capaz de darle el rabo a José Tomás el próximo domingo», concluye Infante.
Presidir un festejo de tantas connotaciones está a mitad de camino entre el orgullo y la preocupación: «Disfruté como aficionado, pero mucho menos que si hubiera estado fuera de servicio en el callejón. Eso sí, ya es un orgullo ocupar el palco y mucho más hacerlo el día que vuelve José Tomás a Madrid después de seis años». En cada decisión del presidente, por pequeña que pueda parecer, se asienta el devenir del festejo, y del éxito al fracaso hay una delgada línea a veces imposible de superar.
Su criterio
En cuatro ocasiones asomó el pañuelo Muñoz Infante el pasado jueves. «Hay quien dice que la segunda oreja del primer toro era excesiva, y es discutible, pero no puede prevalecer mi criterio al de 24.000 personas que solicitaron el premio».
La plaza de Las Ventas cuenta con cuatro presidentes, que cada tarde de toros están acompañados por dos asesores: uno que se ha dedicado al toreo y el otro, un veterinario que ha reconocido la corrida. A Muñoz Infante le tocó, según marca el orden de antigüedad, presidir el primer festejo de José Tomás y lo mismo hará el próximo 15 de junio, cuando el diestro haga su segundo paseíllo en la plaza de Madrid.
En la afición ronda la idea de que José Tomás es, quizá, el único diestro en momento de gracia para poder cortar dos orejas y un rabo en Madrid. Algo que no ocurre en Las Ventas desde hace 36 años. Fue Palomo Linares quien se llevó los trofeos máximos y al día siguiente destituyeron al presidente. «Al palco nunca subo con una idea preconcebida, pero si ocurriera algo excepcional, que roce la perfección, y lo pidiera toda la plaza, sería capaz de darle el rabo a José Tomás el próximo domingo», concluye Infante.
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