Javier Castaño, silencio tras aviso y silencio tras aviso Ni si ni no, si decimos que lo mejor fue su cuadrilla lo hemos dicho todo
Paco Ureña, palmas tras aviso y silencio Se dejo matar en el segundo, pisando terrenos que eran de muerte con esos pitones. En el sexto ( se corrió turno) poco pudo hacer
Juan del Álamo, ovación tras aviso y silencio en el quinto. No nos ha gustado, toreando rápido, sin ajuste ni hondura. Antepuso la estética al toreo y él tiene condiciones para más
Saludaron Ángel Otero y Fernando Sánchez. de la cuadrilla de Castaño la misma música pero con distinto agua
PARTE DE PACO UREÑA. Cogido en el segundo por que el quiso "Puntazo sobre cresta iliaca derecha y puntazo con hematoma en músculo anterior izquierdo. Pronóstico leve que no le impide continuar la lidia".
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Juan del Álamo ha protagonizado los mejores momentos de la tarde en el toreo a la verónica y en una faena de más a menos en su primer toro, iniciada con inteligencia entre las rayas y en la que instrumento tandas muy aplaudidas con la derecha y buenas series de naturales. Poco duró el toro y Juan del Álamo no pudo redondear una faena, rematada con espadazo delantero y caído.
Paco Ureña afrontó su segunda tarde con una actitud mucho más exigente y se vio fuertemente volteado en el primer natural que intentó a su primer toro. Se la jugó con esa mano y mató de estocadas caída. Volvió a ser cogido en su segundo, corrido en sexto lugar, al que instrumentó una faena larga y sin eco.
Javier Castaño tuvo un lote difícil y salvo en los primeros compases de la faena al primero no obtuvo respuesta del público. Tampoco en el cuarto, que derribó con estrépito en la primera vara, consiguió lucimiento. Si lo tuvo la cuadrilla de banderilleros, de la que saludaron montera en mano Ángel Otero y Fernando Sánchez tras el segundo tercio del cuarto. Buena tarde de los picadores. La corrida, deslucida en general, arrojó en la báscula un peso medio de 611 kilos.
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