martes, 4 de febrero de 2014

El miedo en el toro. La unión como mecanismo de defensa

Se impone el miedo en el toro.Los depredadores en forma de crisis, de alejamiento de la sociedad, de saturación de la oferta de ocio..., han atacado y ha empezado a causar bajas en el grupo. Ante las agresiones, la manada usa como mecanismos de defensa las ancestrales respuestas del instinto.
La forma de responder a los estímulos del miedo es variada en los comportamientos grupales, pero es de libro que una vieja forma de defensa colectiva en la naturaleza es la de la agrupación, el cerrarse hacia adentro en círculo. Todos excepto los ganaderos que parecen haber perdido los instintos animales, ellos que deberías ser quienes mejor supiesen de su utilidad.
Las cebras, narran los etólogos, cuentan con sus rayas verticales, distintas en cada ejemplar, para que, al unirse en prieta maraña, grupas hacia afuera, presta la coz, aparentar ser un más grandes de lo que son a los ojos de sus depredadores, tigres y leones, que al no poder diferenciar fácilmente un ejemplar de otro no pueden establecer una estrategia de ataque acertada


El mundo del toro está sufriendo ataques saduceos a su línea de flotación desde múltiples vertientes: la política separatista, la animalista waltdisneysiana, la social urbanita, lo que unido a la situación económica general ha provocado que todos los segmentos que componen el entramado de la fiesta hayan decidido unirse, agruparse u cerrarse en si mismos. Casi todos, los ganaderos siguen in albis.

Pero esta unión se articula de una forma no solidaria, no transversal. Nadie parece percibir que no se pueden salvar solos, ni tan siquiera es factible el intento de salvar su gremio en contra del resto de patas fundamentales de la torería. Nadie parece entender que ni subalternos, ni matadores, ni empresarios ni ganaderos pueden pretender sobrevivir si no sobrevive el conjunto.

Los subalternos presumen de su unión sindical hechos una piña, Sus posturas a la hora de dialogar parten de presupuestos muy firmes y casi inamovibles. Tienen un grave problema y es el del incremento de afiliados, injustificable respecto al número de espectáculos. En las dos últimas décadas se ha multiplicado de manera exponencial con más de 2800 inscritos en el registro del ministerio del interior y... creciendo. En su unidad son modelo. En su inflexibilidad tendrán su debilidad a corto plazo. La reciente sentencia de Sevilla es una victoria amarga que puede provocar desbandada en el sindicato más fuerte y casi único hasta ahora.

Los matadores andaban dispersos. El macho alfa ha cogido a los primeros en la línea de jerarquía de la manada y ha impuesto su ley. La unión es exclusiva de la aristocracia. Primero fue en formato de G-10 y ahora en su nueva formula de los 5-T. Al contrario del reino animal. donde los fuertes ocupan los lugares de riesgo y en su interior se posicionan los débiles, las crías y los menos preparados para luchar, en este caso sólo son los guerreros líderes los que se defienden a si mismos. Sin embargo este intento se ha percibido por parte del resto más humilde del escalafón como un rito más de dominio. Incluso las cuadrillas, obreros pero que sienten en torero, han asumido como propias sus reivindicaciones sin preguntar mucho más. El macho dominante impone su ley y marca su territorio a capricho. nunca fueron los caudillos gentes de muchas explicaciones. Y cuando las dan no siempre son felices, ni al gusto de toda la tropa.

Los empresarios lo han visto claro. Juntos hace menos frío. Todos van en cuadrilla a todos los sitios. Madrid, tras ganar el concurso Choperita se unió con Casas y Matilla, Málaga lo cogen Cutiño y Casas, Granada lo cogen y lo sueltan Matilla, Choperita y Casas, Castellón Matilla Ramiírez. Algeciras, Matilla y los niños de Miguelón ... Y de El Puerto de do huyen todo menos Entero. Esa unión nace del miedo cerval a la ruina, a la indefensión ante los problemas de un negocio que dejo hace mucho tiempo de ser jauja. Y donde siempre se ganaron pesetas y se perdieron duros.

¿Y los ganaderos? Cinco asociaciones endogámicas mal avenidas entre ellas y aún con recelos entre sus propios miembros, donde, salvando algunos amigos y familiares, la mayoría ven al de al lado como a un tratante,  embustero y embaucador que "vete a saber que encaste tiene y cuanto cobra por corrida pero que al del pienso, no le paga". Desunión, desconfianza y falta de criterio empresarial marcan la pauta entre los últimos románticos del toro.

La afición, la que cabía en un taxi, ni se une para pagar lo que marque el taxímetro, ni tiene porque. Cada peña. clubes de dominó muchas de ellas, bastante tienen con sobrevivir, cobrar sus cuotas a la nómina de cuasiseculares socios que la fundaron y que les sobre algo para sus dignas actividades, conferencias, alguna visita al campo y alguna corrida, de toros, en plaza apetecible. El resto ni está ni se les espera. Más ruido que nueces. De los que twitean o bloguean por esos bytes de Dios o del diablo. la mitad no van a los toros, o quieren buscarse la vida o están ya quemados de habérsela buscado. La afición no tiene más que dejarse seducir por un cartel con toreros atractivos y toros encastados que les hagan pasar por esa caja negra que es la taquilla. Y luego emocionarse unidos, ahora si, por la emoción del toro y el valor artístico del torero

Con este panorama, se me vienen a la memoria aquellas reuniones de los cuentos, waltdisneysainas ellas lo reconozco, donde la liebre, el mono, el oso, el lobo, el águila y el león se unían para salvar, no cada uno su raza o su trozo de selva, sino la selva misma del ataque del hombre. En aquellas reuniones el lobo acudía con patucos y el león dejaba que la liebre le acicalase los pelos. Se dejaron de ver como enemigos, como hoy en día hace falta que el empresario deje de ver como enemigo al torero. O el ganadero deje de ver como hostil al subalterno y todos entre si se vean como necesarios compañeros de viaje

Esa es la unión que necesita el toreo, la de todos para salvar la fiesta, soltar lastre, hacer balance de daños, apretarse los machos y recuperar el sitio que nunca debió perder en la sociedad. Y que nadie doga que La Mesa del Toro hizo algo de eso, que me dan ataques de risa.

Y si, esa unión que pido nace del miedo, del mismo miedo del que nace el valor, de la jindama, del temor , recelo, rescoldo, aprensión, cuidado, sospecha, desconfianza, cerote, medrana, pánico, cangui,... que esto revienta señores si no hacemos por evitarlo.



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