martes, 31 de julio de 2012

Pregón de arrebato taurino de Juan Ramón Romero para las Colombinas 2012.




Foto Vicente Medero JJ Valladares
El malagueño definió la tauromaquia como el milagro de un fósil vivo que debemos conservar.









El pregonero supo, a mitad de faena,  saltar del texto escrito a la más vehemente improvisación y llegó a coger los trastos de torear.

El Pregón el de anoche en el Patio del viejo Matadero que discurrió desde el academismo más poético y la corrección política, a modo de lances de tanteo con el capote, hasta la vehemencia apasionada de quien entiende la fiesta brava como una forma de sentimiento y de vida, que acabó echándose, literalmente, la muleta a la izquierda, y entusiasmando al auditorio reunido en tan taurino marco, con presencia de la banda municipal de música, brillante como siempre, ante el anfitrión del acto, Manuel Castilla presidente de la “Terulia Litri”el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, y el concejal de festejos, Manuel Remesal. Presentado por Manuel Jesús Montes su “compañero, primero, amigo después y maestro siempre” que hizo una glosa desde la infancia taurina de quien se crió en una cuadra de caballos de picar, sus relaciones ocasionales pero profundas con dos maestros de la talla de Curro romero y el rondeño Antonio Ordóñez. Su juventud de novillero con crédito, su pasión por la medicina y su último y definitivo entusiasmo por su pequeña Cayetana.
Comenzó el pregonero disculpando su falta de tiempo material para preparar el pregón en medio del a vorágine que supone realizar más de treinta horas semanales de radio en directo que supone para el director de carrusel taurino la temporada.
 Guiño fácil al público de sol al incio de la faena de muleta, marcando los terrenos al toro,  el matador malagueño demostró con oficio y al instante que traía elaborado un pregón de altura máxima en lo literario y de sentimiento hondo en lo taurino. Sin darse coba, hablando de sus dudas existenciales, sólo despejadas el día que se hizo matador de toros, de su depresión de juventud, cornada gorda,  que lo quitó del sueño de ser torero,  de su visión de la fiesta desde la grada, desde el caballo de alguacilillo, desde el riesgo del monosabio “me crié sufriendo por los caballos de picar, rezando por que no lo derribasen”, llegó a ser sobresaliente en Ronda, novillero, matador de toros, por la gracia de Enrique Ponce y “Ansiadito”, que vaya nombre me tenía guardado el destino” ese día se abrazó con el hombre que quería ser, se acabaron las dudas y supo que ya viviría siempre en el mundo paralelo del otro lado del toro.  “He vivido el miedo la angustia, el lanzar la moneda no sabiendo si caería por la vida o por la cruz”. “El_Litrazo”, concebido como la representación misma de la vida y el toro, el paradigma del toreo, presentar una muleta plegada, muerta, a un toro que es la vida exultante, con la muerte en los pitones.
 Desde esa intimidad rota, desde lo preconcebido de su discurso original, de ese desnudar el alma, la infancia y los recuerdos, de ese ejercicio de impudor y poesía, el pregonero miró al tendido, deshecho la faena que traía preparada desde el hotel, u apareció el comunicador apasionado de aquello que más ama, salió la raza de los abuelos y os padres “verdaderas cadenas de comunicación de la tauromaquia que se ha perdido entre los pliegues del progreso y la nueva sociedad, en un fractura inverosimil de la transmisión cultural de un pueblo”. Tenemos todos la obligación de ejercer de transmisores de la cultura ancestral del toro, sostiene el pregonero,  los medios de comuinicación que rehuyen hipocritas hablar de la cultura taurinaa, de la economía taurina, haciendo invisibles a los tres millones de andaluces que han sacado una entrada de toros en la temporada 2011.
Siguió por los derroteros del exhorto ineludible, del compromiso que nace de la reflexión necesaria, del valor consustancial, pero siempre apuntando al arte como motor y como fin de la creatividad exigible a todos, a empresarios como los de Huelva “Imaginación al poder”, de esa iniciativa que hoy martes se podrá viovir en la plaza de las Mojas con “El Cid” enseñando a los niños lo que antes aprendían solos, en las cales y plazs de nuestros pueblos, de los profesionales, de los que hablan y escriben de toros, para ser capaces de dar el salto a la sociedad civil que vive en muchas ocasiones de espaldas a una realidad que es fundamental para explicarse a si misma.
El ruedo “ese gigante anillo de desposado” debe servir para unir, para avanzar sin perder el sentido de las raíces, pero avanzando, evolucionando, haciendo atractivo loq ue en si mismo es una joya cultural y vital.
Por que cuando un niño vea, apunta el pregonero mientrás coge la muleta que formaba parte del atrezzo del pregón preparado en su tradicional esmero y cuidado por la entrañable “Tertulia Litri”, y con la muleta en la mano explica el arte de torear para que un niño sepa emocionarse, cultivarse en el arte más viejo que conservamos que es el de poderle a un toro con una muleta y un corazón, amparados en la técnica. Ese niño dará el paso y será un apasionado seguidor, soñador y defensor de la fiesta que amamos.
Ya en las postrimerias de la fasena, con sentido de la lidia y ganas de arrimarse Juan Ramón Romero, se metió en los pitones del toro y en terrenos de cercanias, se adornó primero en anuciar que el calendario maya anunciaba el fin de una era y el principio de otra por la importancia de los carteles que venía apregonar, luego sacó su cara más reividicativa protesto a la luna por la escuela taurina de Huelva, única provincia de Andalucía sin una sola escuela destinada no sólo a enseñar a los que quieren ser toreros, si no a los que quieran ser aficionados militantes, hombres y mujeres cultos y apsionados por un arte que debe salir del armario, dar el paso al frente, plantar cara a las críticas sin argumentos defensivos, desde el orgullo de un viejo pueblo con una vieja cultura. Apalusos del auditorio puesto en píe, ante la estocada hasta la bola, en su sitio y marcando los tiempos, Orejas y rabo.
Así lo reconoció el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, que cerró el acto reconociendo que era una broma lo del pregón poco trabajado, y que volvió a dar las gracias a los empresario de Huelva Oscar Polo y Carlos Pereda por haber dado forma, sabor y  nombres a la mejor cartelería de España, antes de irse, apresurado a encender las fiestas Colombinas que los acogerán.
Buen inicio de feria, buen pregón, de corte distinto a los conocidos, de sentido de la comunicación y de las distancias. Sin duda el mejor preludio para la mejor feria de nuestra vida

No hay comentarios:

Haciendo hilo

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...