Otra oreja para Salvador Cortés en Sevilla.

Es tarde cuando me siento delante del bicho de los botones, luego de la corrida, un poquito de Taquilla, y una Via Crucis hasta el Vinci para saludar a Carbonell y a la familia del torero, hago el trayecto con el prenda de Juan Carlos Gil y las paradas son continuas, ¡conoce hasta al que cuida los naranjos¡
Ahora no me peta hacer crónica, no sería la mía y a mi me gusta equivocarme solo.
Por decir algo:
¿Que como ha sido la corrida? fea, de pocas hechuras los de mucha cara y de poca cara los de más carnes, el sexto feo sin más. Por lo demás más fiera que brava, sin emplearse, con tendencia a tablas, peligrosos primero y segundo rajándose, poco claro el tercero, el cuarto parado, el quinto se quedo en el peto del picador y el sexto iba y venía pero no “falaba muito”
Los toreros, bien gracias, Fundi en Fundi, para empezar nos estremecimos cuando el listo primero entró a por él al burladero, al final de la corrida lo vimos con un punto en la cara, de vértigo. Con ese toro demostró su oficio, anduvo por allí y, cuando se rajó, lo mató con media en el sitio rapidita, con el cuarto se puso pesaito y eso no lo soporta ni Sevilla ni casi nadie, ya saben el undécimo. Hoy es menos torero de Sevilla que ayer.
Sergio Aguilar se llevó el susto de la tarde en el quite al toro del Fundi, en el suyo volvió a levantar los pies del suelo sin quererlo. Se libró por tablas y demostró su valor sin cuento ypoco más, creo que es la primera que lo veo y poco que aportar, buenos conceptos y resptuso con el quinto mandamiento, no mata ni con un rifle. Ni el peligroso segundo ni el mutilado quinto le sirvieron. Ni era ni es un torero al que Sevilla espere.
La tarde era de Salvador Cortés, y un poco de Palha, hoy se notó el arreón lusitano en Hispalis, en las gradas y en la calle. Sevilla ha estado con el de Santiponce, se lo ha demostrado al aplaudir a rabiar sus lances de recibo con el capote o al pitar con injusticia no torera al Fundi en el sexto al intentar el quite, por cierto el enésimo por chicuelinas., incluso con hacer desmonterarse con mucha fuerza tras dos meritorios pares a su hermano Luís, la Maestranza ha querido mandar un mensaje al corazón del matador. Ha devuelto el cariño Salvador y ha estado firme ¿que el toro era el mejor de la corrida?, pues mire usted, yo no lo se, pero es verdad que se acostaba por el derecho de salida, que fue poco picado y que al inicio de faena se coló dos veces por la derecha, si eso es un toro bueno, pues bien, ¿que se movía?, es verdad, que daba miedo, pues sí.
Pero que no se ngañe nadie, sólo la entrega y firmeza de un torero enrazado que se lo saca a los medios, que se traga sus tarascadas, que lo desengaña por el pitón malo y lo exprime por el potable y lo domina y que lo mata de una estocada de premio de feria, sólo eso ha hecho bueno al toro.
El sexto, el que debía servir para redondear el triunfo, no quería bullas, la carita por allí, si le bajaba las manos echaba la cara arriba y se descomponía, si lo acompañaba se quedaba a medio viaje y buscaba, sosito y feo, no había agua en ese pozo. Nada se pudo sacar, Un oreja más y van ¿ocho?
Se sigue escribiendo la leyenda de un torero de Sevilla.