viernes, 30 de agosto de 2013

TVE Mérida los tópicos y las mentiras de los toros

Texto de TVE para anunciar la corrida televisada de Mérida.

El domingo 1 de septiembre vuelven los toros a Televisión Española. Y lo hacen a lo grande, con una de esas corridas con las que los aficionados fantasean cuando, entre amigos, diseñan sus carteles ideales. Se juntan en la arena de Mérida dos de los toreros más importantes de la tauromaquia actual: Alejandro Talavante y Morante de la Puebla.
 
Junto con José Tomás y Javier Castaño, son posiblemente los nombres del momento, los maestros que llenan plazas, enardecen ánimos y enfrentan aficiones. Mano a mano, harán frente a una corrida de Zalduendo, ganado extremeño de origen Jandilla que promete buen juego.
 
José María Garzón, el empresario de la plaza de Mérida, se ha propuesto la compleja tarea de recuperar el esplendor que una vez tuvo esta feria. En su empeño, no ha dudado en renunciar a sus honorarios para facilitar la emisión por TVE. Lo mismo hacen los espadas y el ganadero, que participan gratis merced a un acuerdo entre Televisión Española y la Mesa del Toro.
 
En declaraciones a RTVE.es, Garzón ha explicado que “ha supuesto mucho trabajo organizar la corrida, pero se ha hecho pensando en el interés general de los aficionados”. El empresario recuerda que el año pasado la corrida de Mérida fue ya un gran acontecimiento, con los tres toreros y el mayoral a hombros. “Ahora, con la tele y este cartel, es un paso de gigante para que Mérida vuelva al sitio que nunca debió perder: la feria por antonomasia de Extremadura”, asegura Garzón.
 

Morante de la Puebla, el genio intermitente

Encabeza ese cartel José Antonio Morante de la Puebla, torero que nunca deja indiferente a nadie. O se le odia, o se le ama, o las dos cosas a la vez en una rara combinación de pasiones que remite directamente a los días gloriosos de Curro Romero.
 
Recién recuperado de una tremenda cogida en la feria de Huesca el pasado 11 de agosto, Morante vuelve a los ruedos con un encaste de su agrado y el acicate de competir con el siempre arrojado Talavante.
Con muy poco tiempo de recuperación, hay verdadero interés por ver el efecto que ha causado el percance en el diestro sevillano. Capaz de grandes tardes de arte y de terribles decepciones, Morante es un matador temperamental, puro genio, que necesita sentirse muy a gusto con el ganado, el público y el ambiente para dar lo mejor de si mismo.
 
Cuando se dan todas las circunstancias, Morante despliega ese toreo suyo pausado, electrizante, de perfume antiguo y sofisticado. Nadie como él para poner de pie a los aficionados, y también para enfrentarlos. Sus partidarios y sus detractores son tan apasionados como los del Madrid y los del Barcelona, que solo se ponen de acuerdo para aplaudir a la selección. En este caso, el acuerdo lo consiguen esas medias verónicas que Morante, de cuando en cuando, nos regala.
 
Hasta la tarde de Huesca, Morante llevaba una temporada irregular. Había logrado un éxito rotundo en Córdoba, donde salió a hombros, y una faena inolvidable en Sevilla con toros de Núñez del Cuvillo. Sus verónicas a ‘Galiano’ el día 15 de abril no se le olvidan a nadie. Y, sin embargo, en Madrid no estuvo a la altura: tres tardes, incluyendo la Beneficencia, y apenas unos capotazos para el recuerdo.
Ahora, en Mérida, vuelve a vestirse de luces este torero único, indiscutible gran figura del escalafón.

Talavante: sobria emoción

Por suerte para los aficionados y los espectadores, Morante no estará solo, sino acompañado por Talavante, uno de los toreros más sorprendentes y emocionantes del momento.
 
Extremeño de nacimiento, Talavante juega en casa, algo que añade interés a su participación. "Es una ilusion muy grande, como torero y también como ciudadano, porque  Mérida es un referente cultural y social en Extremadura", explica a RTVE.es. Para el matador,  que una corrida de toros en Mérida generé tanta ilusión "es bueno para los aficionados y para la propia ciudad". 
En su trayectoria, este admirador del toreo de Manolete ha tenido ya momentos de gloria. En su primera etapa, en una concepción de la tauromaquia muy cercana a la de José Tomás, Alejandro toreaba muy puro y sobrio. Su manera de entender los toros pasaba por la emoción sin dobleces, a sangre y fuego, con un valor seco que tenía un punto de temerario.
Más pausado, quizá menos osado, pero igual de técnico y elegante, Talavante torea ahora con hechuras algo más barrocas, más abierto el compás, quizá más natural. No ha perdido su estampa hierática de matador clásico, pero en su capote y en su muleta hay más variedad, más oficio y también madurez.
 
Viene Talavante de una temporada con grandes momentos, pero también algo irregular. En Madrid ha tenido la cara y la cruz. La cara, la salida a hombros en San Isidro tras matar toros de Victoriano del Río y lograr, con ellos, el premio al triunfador de la feria. La cruz, en el mismo ciclo isidril, en su encerrona con seis ‘vitorinos’ que termino en fiasco tras levantar una expectación inusitada.
 
Ahora, encarando ya el final de la temporada española, Talavante se presta a dar un empujón a esta feria de Mérida, en su tierra, con toros que se adaptan muy bien a su forma de entender el toreo. Y, para que no falte nada, lo hace en Televisión Española, una cadena de la que el matador asegura tener "recuerdos imborrables de corridas vividas en mi infancia emitdas en directo por TVE".
 

Los Zalduendo: dos siglos de tradición

Los toros que matarán Talavante y Morante de la Puebla también son extremeños. Pastan en la dehesa cacereña de Mohedo de Zalduendo, de donde toman su nombre, y heredan una historia bicentenaria y, en palabras de Talavante, "es un lujo de corrida".
 
La vacada se fundó a finales del siglo XVIII, con ganado de casta Navarra. Pero en 1987 compró la ganadería el actual dueño, Fernando Domeq, y cambió todo por animales de origen Jandilla, hierro del cual era también copropietario.
 
Decir Jandilla es, claro, decir encaste Domeq. Pero estamos ante una de esas ramas Domecq que mantienen muchas de las características de combatividad y fuerza que hizo grande al ganado de Juan Pedro.
Como casi todos sus muchísimos ‘primos’, los toros de Zalduendo responden a esa idea de animales que conservan potencia en el último tercio de la faena. No destacan por su bravura, aunque salen toros bravos, pero sí por su capacidad para humillar y repetir.
Al igual que los matadores, los animales de Zalduendo llevan un año irregular. Momentos espectaculares, como los vividos en la reciente feria de Málaga, y tardes más flojas, como la de Gijón.
 
Mimbres de sobra, por tanto, para que la corrida de Mérida resulte el éxito que espera Jose María Garzón. Es una ocasión única para disfrutar de los toros en Televisión Española y también con los programas taurinos Tendido Cero, de La 2, y Clarín, de Radio Nacional.

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