Zufre, 6 de septiembre de 2014
Festejo mixto con picadores. Novillos de la ganadería del Conde de la Maza
Luis Valdenebro 2 orejas y vuelta por su cuenta tras ovación y leve petición.
Miguel Angel León (blanco y oro) 2 orejas /oreja
Alejandro Pavón palmas y 2 orejas.
Ayer tarde se celebró un festejo mixto en la coqueta plaza de toros de Zufre.
Si algo me llamó la atención, fue la seriedad de la novillada presentada perfectamente, pero que casi pasaba por corrida de toros. Según los veterinarios por no tener báscula.
En general dieron buen juego, aunque no permitían errores, ya que esto de Núñez aprende pronto y suele venirse arriba después del castigo.
El sevillano Luis Valdenebro destacó en su primera actuación con un toro que se dejó más. Acertó con ambos rejones de castigo y colocó bien hasta cuatro banderillas, una de ellas al quiebro, y casi siempre por dentro, donde el condeso apretaba una barbaridad. Se apagó el animal y mató a la primera cortando las 2 orejas. En el cuarto hizo una faena de menos intensidad que caló menos en el tendido recibiendo una ovación y dando una vuelta por su cuenta tras leve petición.
Miguel Angel León demostró estar muy preparado toda la tarde. Se gustó el torero de Gerena en su toreo a la verónica, cosa que transmitió al tendido. El novillo no tuvo mucha raza pero se dejó en la muleta, mayormente por el pitón diestro. Mató de estocada y cortó 2 orejas. Al quinto lo toreó por ambas manos en una faena que fue de más a menos y que tuvo menos calado en los tendidos. Cortó otra oreja.
El torero local Alejandro Pavón tuvo menos suerte en el sorteo y pechó con el lote más deslucido. Su labor fue muy meritoria teniendo en cuenta lo poco que ha toreado. Pavón estuvo muy firme toda la tarde, haciendo bien las cosas, y tragando mucho. Anduvo muy bien con su primero, que brindó al cielo al médico "local" Federico Pozo, fallecido hace un mes, y al que esta casa rindió merecido homenaje el 7 de agosto por buen aficionado y mejor amigo. Lo toreó con gusto a la verónica y lo llevó al caballo con vistosas y ceñidas chicuelinas al paso. Exprimió al del Conde por su mejor pitón, que fue el izquierdo, y que adornó con bonitos remates por bajo. La puntilla lo levantó y su muerte fue complicada y tardía, por lo que perdió las 2 orejas. El complicado sexto, un toro en toda regla, se lo puso muy difícil a los hombres de plata, pero Alejandro y su sed de triunfo le hicieron romperse con el novillo hasta hacerse con él. A final de faena una cantaora de Zufre saltó espontáneamente a cantarle una bonita letra dedicada a él y su madre. Mató de estocada y cortó dos orejas.
Todos salieron a hombros
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