LA PLAZA DE TOROS DE ALMENDRALEJO, DECLARADA BIEN DE INTERÉS CULTURAL

Inaugurada el 1 de Abril de 1843, destaca por su galería exterior y palcos de estilo neomudéjar y cuenta con una bodega con capacidad para 750.000 litros bajo el graderío
La Plaza de Toros de Almendralejo es ya Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, según un decreto aprobado por el Consejo de Gobierno de Extremadura. Se reconoce así el valor de esta singular construcción, una de las más interesantes de la región en su género, que tiene sus orígenes en un primitivo coso taurino de 1605, y que se suma a otros Bienes Culturales de la ciudad, entre ellos el Convento de San Antonio y la Ermita de Nuestra Señora de la Piedad.
Con un coste de 120.000 reales y bajo la dirección de los maestros alarifes locales Pedrera y Tinoco, según el modelo de la Plaza de Toros de Madrid de Rodríguez Ayuso, ya desaparecida, se inició la construcción de la Plaza de Toros de Almendralejo el 1 de Abril de 1843, en el terreno situado a espaldas del Santuario de Nuestra Señora de la Piedad.Tan solo cinco meses después fue inaugurada, el 29 de Septiembre de 1843, con la actuación del famoso diestro local Juan León ‘Leoncillo’.
Sobre esa primera construcción, y tras las remodelaciones de 1881 y 1921, quedó constituido el edificio que ahora ha sido declarado como Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, una de las máximas protecciones otorgadas a este tipo de construcción. Encuadrada estilísticamente en la estética mudéjar, con capacidad para 6.000 personas y un coso de 51 metros de diámetro, la Plaza está realizada en fábrica de mampostería de piedra y ladrillo y cuenta con una estructura de sustentación de bóveda de sección de arco apuntado de ladrillo.

Entre sus elementos más destacados se encuentra la Galería de los Palcos, 94 en total. Se
decora con arcos de hierro forjado que siguen la estética neonazarí y se sustentan en esbeltas columnas de fuste liso. Sobresale el palco presidencial, de mayor tamaño y ornamentación, cuya barandilla presenta adornos de hierro forjado que alternan motivos de un estoque, una muleta y una banderilla. En las puertas destacan los relieves que alternan bustos de toreros y toros, pero posee una particularidad única en el mundo: una bodega con 29 conos de cemento de 5 metros de altura y 2,5 metros de diámetro con capacidad para 25.000 litros cada uno que se esconde bajo su graderío. Un doble uso original de un edificio de estas características que data de la década de los años 50 del siglo XX, cuando un bodeguero local adquirió la plaza y decidió aprovechar este espacio por sus condiciones de temperatura y humedad, ideales para la elaboración del vino.

Almendralejo cuenta con una fuerte tradición taurina, con importantes diestros locales, como es el caso de Luis Reina, así como peñas, asociaciones, colecciones particulares, tertulias y bares con un marcado ambiente. Históricamente, la tradición se remonta al siglo XVII, cuando ya existe constancia de la celebración de un espectáculo de este género, en Abril de 1605, con motivo del nacimiento de Felipe IV, en la Plaza del Altozano, hoy Espronceda.
Con su distinción como Bien de Interés Cultural, en virtud de la ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, la Plaza deToros se suma a otros monumentos de la localidad que ya gozan de este reconocimiento: el Convento de San Antonio y la Ermita de Nuestra Señora de la Piedad.

Actualmente, la Plaza de Toros Almendralejo es uno de los edificios más visitados de la ciudad tanto por grupos como a título individual, con disponibilidad horaria de lunes a viernes, además de ser un espacio donde se realizan todo tipos de actividades como catas multitudinarias, eventos de vino y cava, maridajes con  productos de la tierra