uno de mis ídolos, el gran Miguel Mateo, "Miguelin".
Esto dice en sucaralibro, el torero que admiraba, el que se rompió en Sevilla tomando el olivo y se desbarató en la vida. Lo vi en Alcora, Hotel Simbad, hace cinco años y era un mal recuerdo, lo vi en el Puerto antes de ayer y era un hombre, ahora lo veo y es un torero.
Gracias Vicente, por endulzarme el recuerdo y que seas capaz de pegarle tres y el de pecho a una vaca, volverás a ser figura, mi torero de Foyos.
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