El hijo del torero herido, Dámaso González Tarruella, explica en La Verdad.es. a José Cisneros las circunstancias del accidente de su padre.
La esposa del torero le hizo un quite providencial
El toro, con el cuerpo inane del torero en el mismo corral, no hizo por él.
«Por la mañana toreamos un toro en la plaza y luego lo pasamos a un
corral grande que tenemos en la finca. Mi padre estimó oportuno pasar al
animal a otra zona en la tarde noche del sábado. Se subió a la parte
alta del corral, en el que estaba el toro, perdiendo el equilibrio por
lo que cayó de lado desde una altura de unos tres metros y medio,
perdiendo el conocimiento por el golpe sufrido y el dolor que tenía. Mi
madre, preocupada por la tardanza en regresar de mi padre, se acercó al
corral y lo vio tendido en el suelo. De forma inmediata intentó ayudarle
con el toro a unos tres metros, aunque afortunadamente el animal no
atacó, tal vez porque era prácticamente de noche y no se diera cuenta de
la situación», manifestó Dámaso González Tarruella.
«Fue algo espantoso y una situación de auténtica angustia al ver a mi
marido sin conocimiento tendido en el suelo y sangrando por la cabeza a
unos metros de un toro que afortunadamente no hizo nada por nosotros.
Los médicos nos dijeron en la visita de ayer por la mañana que la
recuperación va bien y esperan que no haya complicaciones», se sinceró
Feli Tarruella.
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