domingo, 8 de marzo de 2009

Cayetano y Manzanares a hombros en la reaparición de Espartaco

Ochentismo en estado puro

Casi lleno, ovación al romper al paseíllo para Espartaco que compartió con sus compañeros, Juan Antonio volvía a volver en Olivenza, estuvimos entonces y estaremos siempre en la mejor feria del invierno. Buen encierro de Juan Pedro con un toro de bandera, el tercero, y otros tres, 1º, 2º y 5º que se dejaron 4º y 6º complicados en distinto grado.
Espartaco de azul pavo y oro oreja y ovación
José Mari Manzanares de azul mar y oro Oreja y oreja
Cayetano de verde botella y oro dos orejas y orejas
Cayetano sorteó al toro de la corrida y cortó dos orejas tras un estoconazo, en una faena de más a menos. En el sexto nada más que dignidad torera que no es poco.
Una lástima, en el tercero de la tarde, los enganchones, los líos con los terrenos, la indolencia a mitad de faena con la muleta en la izquierda, cuando tenía delante un toro de temporada. Entre las mil virtudes que atesora Cayetano, valor, estética, saber estar, oportunidad, suerte en los sorteos...no es la menor la capacidad de llegar a los tendidos, ese es un don que maneja con garbo este Rivera por la rama Ordóñez, llena plaza, le sabe andar a los toros y su labor emociona con gran facilidad, la estocada de merito y rabia, como el inicio de faena de muleta, él sabe porqué.
Espartaco en Espartaco en el primero, que treinta años no es nada, al que cortó una oreja, anduvo firme en una faena de más técnica que emoción, de saber estar, de saber montar en bicicleta y hacerlo de memoria, mató bien pese a la prótesis del escafoides. En el segundo que no tenía un pase, se pegó un arrimón ante los hijos de sus compañeros de fatigas en los ochenta para demostrar su raza y marcar territorios. La imagen lo dice todo, su rabia por triunfar, el viejo Espartaco en el callejón riñendo al figurón, Rafael Moreno controlando desde la distancia, imagen puros ochenta, hasta un gallo corría por el albero en una imagen del público rural que ya no suele verse. Además Curro presente, puros ochenta, el de Espartinas y Ferrera por la tarde le brindaron al maestro Manzanares en figura, se invento al quinto y al segundo le realizó la faena que tenía. Si el dengue, la abulia, los apoderados y todas las circustancias que le han impedido redondear sus últimas temporadas, le respetan, Manzanres estará en su año. Les puede a casi todos, su muñeca es un portento, sus terrenos son los comprometidos y sus formas encandilan.
El ganado mejoró en todo a lo de ayer, pero es curioso la cantidad de toros en esta feria que pesan los 480, hasta 8 de 18 ha contado un colega, vaya forma que tiene Antonio Cutiño de igualar en el campo.

No hay comentarios:

Haciendo hilo

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...