Orejas rabos y triunfos en el festival de Trigueros

Orejas, rabos, y triunfos en Trigueros.
Destacó un poderoso Pérez Mota ante un bravo utrero de Cuadri
Tarde de temperatura primaveral en el dulce otoño onubense, tres cuartos de plaza, Novillos por este orden de la Prusiana, se paró, le dieron mucho capote, Arucci, flojo y se dejó, Millares potable pero se quedaba corto, Villalobillos deslucido y tobillero, Cuadri excelente (premiado con la vuelta al ruedo) y Guadaira probón e incierto.
El plantel de intervinientes a pie (Víctor Puerto, Salvador Cortés, Antonio José Blanco, Manuel Jesús Pérez Mota y el novillero Miguel Angel Delgado), cortó dos orejas y rabo, el caballero rejoneador Alvaro Montes, que abría plaza, cortó dos orejas
Se acabó la temporada taurina de Huelva, temporada capicúa que se inició con un festival en Lucena del Puerto y se cierra con el decano de los festivales en que se ha convertido este de Trigueros en su novena edición.
Buen ambiente, público entregado que supo premiar el toreo sabio y fácil de un Víctor Puerto al que se le ve disfrutando en esta nueva etapa de su vida, si la secuencia de matadores la hubiera programado un director de teatro, siempre hubiera elegido al manchego para romper el hielo, simpático, fácil, llegando a los tendidos, increpando a la banda de música, conversando durante la lidia con los asistentes al espectáculo, un valor seguro este torero que no hace tanto tiempo estuvo ahí, desde donde se ve a casi todos por debajo en el escalafón. Toreo fácil, faena lúcida, que brindó al taurino rocianero Alfonso Camacho.

Salvador Cortés vuelve a su tierra, Huelva le ha servido a él y a su familia como reserva espiritual, se ve en el trance de de iniciar una etapa nueva con Hipolioto en los callejones y no sabemos si en los despachos, su toreo es poderoso y exigente, demasiado quizá para el descastado utrero de Millares que salió en segundo lugar. Se mostró enrazado, queriendo demostrar otra vez más, y van …, que es un torero de más recorrido que la escasas veinte corridas de este año, no le queda más que perseverar y esperar que cambien las sombras y las luces del toreo y acaben favoreciéndolo.

Antonio José Blanco vino a Trigueros con un novillo de Villalobillos, nombre de la emblemática finca del torero de la Palma del Río, hace tiempo en otras manos. Lo recibió de una ceñida larga cambiada estremecdora. El castaño era feote de hechuras y quería coger el camino de vuelta al campo por la vía breve de la puerta de chiqueros, sólo la firmeza del torero sanluqueño, que vino acompañado de tres autobuses, ¡bella reminiscencia del torero con partidarios¡, sólo, decíamos, las ganas de aprovechar la oportunidad de Blanco hicieron que sacará lo poco que tenía que ofrecer el novillo, Su firmeza se vio corroborada con un estoconazo en tarde de alivios y pocas ganas de comprometerse con los aceros por parte del resto de actuantes, buena estocada preludio del rabo que arrancó el bravo gaditano.
Manuel Jesús Pérez Mota, ha estado cuidado hasta hace tres días por las cariñosas manos de Rodríguez de Moya y su familia, además le han quitado golpes Tomás Campuzano y Manolón, ha deambulado por tanto entre algodones en un mundo que es inmisericorde. Ahora se encuentra solo ante el peligro, y esta tarde ante el bravo y enrazado toro de Cuadri se mostró firme, seguro, artista, tras un inicio de faena más dubitativo. Magistrales las series con la izquierda abrochadas por alto, eternos los cambios de mano cuando el toro le mostró su temple y su verdadera dimensión de toro bravo. Esperemos que sea un augurio de lo que va a ser la carrera del chaval de “El Bosque”. Cariñosa la vuelta al ruedo para el Cuadri que jugaba en casa, pero sin duda hay que agradecer el ganadero que haya mandado a Trigueros dos de los machos más potables que se han lidiado marcados con la H en la temporada gris de los toros de Comeuñas, queda esperanza fundada en la bravura de los dos astados lidiados este fin de semana, ¡una mal año lo tiene cualquiera¡.
Miguel Angel Delgado es fiel a un concepto, se gusta y quiere gustar, no se arredra ante las dificultades y ante un deslucido novillo del hierro de Guadaira, jabonero sucio de pelo y mansito de carácter. Le realizó la faena en la puerta de toriles, sin renunciar al intento de templar las embestidas del animal que se quedaba corto y se acordaba de lo que se dejaba atrás. Cortó el último rabo del festejo.
Abrió plaza el rejoneador Alvaro Montes, uno de los que está a la expectativa de un renuncio de los dos mandones del arte de Marialva, su faena resultó muy deslucida por el mucho capote que se le recetó al novillo de la Prusiana que se rajó a mitad de una accidentada lidia donde paso de todo. Cortó dos orejas.
Pues, como decíamos, esto se acabó,no va más, este triunfalista festival, ya clásico, puso fin a la temporada 2008 en nuestra provincia. Hasta el año que viene.