Magnífica tarde de toros en Ayamonte.
Se cayo Moura del cartel y Antonio Domecq y Leonardo Hernandez se repartieron diez orejas.
Un cuarto de plaza. Reses de Joaquín Buendía, de buenas hechuras y gran juego. Antonio Domecq, oreja, dos orejas y dos orejas. Leonardo Hernández, dos orejas, dos orejas y oreja.
Se lo pasó en grande el escaso público que acudió al coso de la Villa, Gran encierro de Buendía, algo descastado pero en general colaborador destacó por bueno el excelente tercero y por malo el peligroso sexto que cortaba el viaje y manseba con peligro.
Leonardo Hernández ha estado toda la tarde en maestro poderoso, con una cuadra que está a la voz y un empaque digno de figura, soberbia la labor ante el segundo de la tarde, primero de su lote y torera la del muy peligroso y parado sexto. Una figura del rejoneo en ciernes, que maneja el rejón de muerte con soltura y precisión como demostró en el cuarto de la tarde. Los caballos en la mano y los conceptos en el corazón.
Antonio Domecq no se ha dejado ganar la batalla y ante el excelente tercero demostró sus cualidades y el buen momento de su cuadra, después de tantas vicisitudes vuelve por sus fueros el caballero jerezano.
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