Los resultados de la necropsia confirmaron las sospechas que se cernieron en torno a estas muertes: los bueyes sufrieron un ataque después de que les inocularan sustancias estimulantes. Así lo ratificado fuentes del departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Vizcaya. El fallecimiento sobrevino por productos prohibidos para mejorar su rendimiento en la prueba.
Ambas reses iban a participar en un desafío de arrastre de piedra en el barrio de Erandio Goikoa con motivo de la celebración de las fiestas de Andra Mari. En este tipo de pruebas, muy arraigadas en el mundo rural vasco, es muy corriente que se crucen sustanciosas apuestas entre los espectadores.
La Diputación vizcaína ha instado al Ayuntamiento de Erandio a abrir un expediente sancionador al propietario de los bueyes por dopaje. El asunto puede concluir con sanciones al ganadero que supondrían una multa de 1.500 hasta 15.000 euros, por lo que la Ley de Protección a los Animales considera una falta muy grave: la de suministrarles sustancias que estimulen su rendimiento.
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