El abono de este año se cerró sin triunfo principalmente porque el ganado no colaboró, pero los toreros hicieron cosas destacables que dotaron a la tarde de contenido. Al final, Cid, Castella y Escribano se llevaron sólo ovaciones.
Se lidiaron dos toros de Daniel Ruiz (primero y segundo), tres de Juan Pedro Domecq -el cuarto como sobrero- y uno de Parladé (sexto), bien presentados y de escaso juego, acabándose pronto.
El Cid, silencio y ovación.
Sebastián Castella, ovación y silencio.
Manuel Escribano, ovación y ovación.
Más de media entrada en tarde de buena temperatura.
El Cid toreó con temple a la verónica al primero de la tarde rematando bien en los medios. El toro puso en aprietos a la cuadrilla por su dificultad y El Cid lo entendió bien en las dos primeras series. En la tercera se vino a menos el de Daniel Ruiz y cuando cogió la zurda se rajó por completo. Mató de estocada. Silencio.
El cuarto se lastimó nada más salir y quedó inútil para la lidia. En su lugar salió un sobrero de Juan Pedro al que El Cid toreó muy bien a la verónica. Brindó a su banderillero Boni, que se retira este año, y las dos primeras series con la derecha fueron ligadas y tuvieron buena compostura. En la tercera el toro comenzó a apagarse y, aunque siguió intentándolo, no pudo lograr que la faena levantara vuelo. Mató de buena estocada y fue ovacionado.
Castella firmó un bonito comienzo de faena en el segundo, toreando con compostura. Las dos primeras series fueron ligadas y calentaron el ambiente. Cuando toreó con la zurda el toro se vino abajo y al volver a la derecha buscó el arrimón. Pinchó y tuvo que descabellar. Ovación.
El quinto se paró ya en el tercio de banderillas y aunque Castella pretendió sacarle partido, pudo más la sosería del toro de Juan Pedro Domecq que el interés del torero. Mató de metisaca.
Escribano se fue a portagayola y después toreó muy bien a la verónica en el tercero. El toro peleó bien en dos puyazos y el torero de Gerena brilló con los palos, especialmente en el tercer par al quiebro sentado en el estribo. Comenzó la faena con pases cambiados por la espalda y después de un par de series con la derecha, el de Juan Pedro se vino abajo e impidió mayor lucimiento. Estocada y ovación.
También se fue a portagayola en el sexto, sin lograr la brillantez que en su primero por falta de colaboración del toro. En banderillas logró caldear el ambiente y en el comienzo de faena fue derribado por el toro con los cuartos traseros, sin consecuencias. El de Parladé apenas aguantó tres o cuatro muletazos antes de pararse. Escribano lo intentó pero sin fortuna. Mató de buena estocada
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