Rafael de la Haba. Diario Córdoba
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Pero, ¿qué ocurrió para llegar a la suspensión de la corrida en la que con toros de Jaralta debían actuar Juan Diego, Andrés Luis Dorado y Paco Ureña? El presidente del festejo, Rafael Ruiz, lo explicó con todo detalle. A las 13.00 horas del miércoles se desembarcaron ocho toros de Jaralta de los que dos pesaban 490 kilos, uno 460 y el resto entre 420 y 450 kilos, cuando el reglamento establece que en plazas de primera el peso de los toros no puede ser inferior a 460 kilos. Ante esto, "el ganadero y el representante de la empresa aseguraron que la báscula no estaba bien", por lo que se volvió a pesar uno de los toros y "efectivamente hubo un desfase de 20 kilos favorable al peso del toro". Ante esa situación, la autoridad optó por la posibilidad de aumentar 20 kilos el peso individual de cada animal y, "con el ánimo de favorecer la celebración del espectáculo en interés de los aficionados", se solicitó a la empresa que presentase nuevos toros para ser reconocidos y, si eran aptos, conformar la corrida. Así, a las 20.00 horas se presentaron otros cuatro toros, pero dieron incluso menos peso que los anteriores: tres se quedaron en 400 kilos y uno tenía 430.
Ruiz explicó que, a partir de entonces, de nuevo el ganadero y la empresa insistieron en que la báscula no funcionaba correctamente, por lo que el equipo gubernativo y veterinario dio la opción de realizar el pesaje en la báscula de Mercacórdoba. Sin embargo, a las 22.00 horas, la empresa presentó un técnico que calibró la báscula de la plaza de toros, tras lo que se volvió a pesar el camión "dando exactamente el mismo peso que había dado en ocasiones anteriores". Es más, en presencia del ganadero, la empresa y el representante de Paco Ureña, se introdujo un toro en el camión y arrojó un peso "exactamente igual al dado en el desembarque, lo que dejó demostrado que la báscula estaba en perfectas condiciones".
Así las cosas, de los 12 toros, 9 fueron rechazados "por falta de peso mínimo reglamentario" y, a las 23.00 horas, tan solo quedaron aprobados dos toros. Eso sí, la autoridad mostró su disposición a ver más "a la hora que fuera necesario" y, como quiera que la empresa no se pronunció sobre la posibilidad de traer nuevas reses, en una nueva "prueba de buena voluntad para evitar la suspensión", los equipos acudieron ayer a la plaza a las 10.00 horas. Sin embargo, a las 12.00 horas, la empresa no había presentado ni un toro más y el presidente dio por suspendido el festejo. Ruiz manifestó tras el pormenorizado relato que "no he visto voluntad por parte de la empresa".
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