Por José María Martín. 31-5-2014.
CACERES Corrida de Toros.
Ficha del festejo
Corrida de toros, 1ª de la Feria de San Fernando.
Casi lleno en tarde soleada con rachas de viento, que en algún momento condicionaron la lidia.
Toros de Alcurrucén, Jandilla, Victorino Martín, Adolfo Martín, Zalduendo, y Fuente Ymbro, de correcta presentació
Después de tanto “mano a mano” insustancial, el
tiempo y lo acontecido en el ruedo en las últimas fechas en plazas tan
importantes como Sevilla y Madrid, han hecho que el programado para hoy en
Cáceres, contara a priori, con los dos ingredientes principales que cualquier
mano a mano debe precisar: Competencia y expectación. La competencia, y además
de la de verdad, se ha desarrollado en el ruedo, mientras que la expectación ha
posibilitado que la afición acudiera al coso, esperando a los contendientes de
este duelo, cual mesías que posibilitara la resurrección de una plaza casi
moribunda, hasta el punto de casi llenarla en su totalidad.
Cuando Ferrera se disponía a quitar de capa al de “Alcurrucén”
que abría plaza, con verónicas llenas de cadencia, todavía resonaban en mis
oídos los ecos que decían que a orillas del Guadalquivir, había nacido un nuevo
torero, mucho más artista y templado (sería por ese motivo por el que realizó
el paseíllo desmonterado, me pregunté) y yo lo que he visto esta tarde, es el
mismo Ferrera de siempre, que se ha despojado de su “etiqueta” de torero de
valor y cumplidor (esos malditos prejuicios), para añadir esta nueva dimensión
a su toreo, que por cierto ya venía desarrollando y que lo acontecido en la
Maestranza ha ayudado, sin lugar a dudas a difundir. Siguiendo con la lidia de
ésta primero, con la franela bastante hizo con evitar que el noble pero flojo
ejemplar de encaste “Nuñez” perdiera las manos, al intentar ejecutar el toreo
por abajo. Una estocada al segundo intento, le valió la primera oreja de la
tarde.
Sería en el quinto dónde vimos al Ferrera más
arrebatador. Puso cuatro pares de banderillas, sobresaliendo el último, ganando
la cara del toro andando de forma personalísima para después ejecutar al
violín. Con la muleta inició de rodillas, para continuar con inteligencia,
aprovechando la querencia a tablas del de Zalduendo, conjugando así una faena
dónde primo la limpieza y la ligazón, a las exquisiteces. Mató de estocada
fulminante y el público cacereño le premió con las dos orejas.
Lo de Perera es otro cante, cante grande por cierto.
En la faena al noble “Jandilla”, que hizo segundo, aunó la disposición de un
novillero que se está jugando su próximo contrato, con la firmeza y temple, de
quién a día de hoy, se encuentra en los altares de la tauromaquia. La muleta
siempre puesta, los naturales largos y hondos, de extraordinario recorrido, y
para terminar una sería de muletazos, sin enmendarse, que paramos a contar
pasados le media docena. Buena estocada y dos orejas.
Con el que cerró plaza, que apuntaba cosas muy
buenas por el pitón izquierdo, ya nos estábamos frotando las manos, después de
que Perera quitara por Tafalleras, y abriera faena en los medios de manera
escalofriante, cuando el de Fuente Ymbro, dijo basta, y se rajó. Qué razón tenía y tiene un buen amigo que me decía que
de esto no saben ni las vacas, porque nadie hubiera previsto tal cambio de
comportamiento. Ante este contratiempo el trasteó se tuvo que desarrollar al
hilo de las tablas, bajando las cotas que había alcanzado hasta el momento. Mató
de una buena estocada y le premiaron con una oreja.
Es una pena que el viento que ha soplado durante
toda la tarde, se enfureciera durante la lidia de los dos toros de encaste Albaserrada,
puesto que esta circunstancia nos ha impedido comprobar, si Ferrera habría conseguido
alargar las embestidas del de Victorino, y Perera dominar las acometidas del de
Adolfo por el pitón izquierdo, que parecían más nobles al inicio que al final
de cada muletazo.
Antonio Ferrera: Oreja, Ovación y Dos Orejas.
Miguel Ángel Perera: Dos Orejas, Ovación, y Oreja.
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