No es lo mismo una corrida de toros que permite el triunfo de una corrida de toros que sólo permite dar la dimensión del torero que se quiere ser. La de hoy fue de las segundas, ni un toro potable más allá del geñudo primero.
No es lo mismo picar con Javier Castaño que con Jiménez Fortes Tito Sandoval lo sabe perfectamente.
No es lo mismo mirar al callejón y ver unos ojos amigos y una solución que sale de una mente torera y calra que mirar al callejón y no ver nada. Hoy echó más en falta Nazaré un ángel de la guarda que el recientemente desamparado Jiménez Fortes.
No es lo mismo ser un gran banderillero que ser el mejor. Carretero lo volvió a demostrar en la lidia del toro que lidió y toda la tarde en su forma de andar y estar.
No es lo mismo llegar al mes de abril tras cortar tres orejas que tras tres silencios de la Maestranza. Todo se complica
No es lo mismo mecer el capote para torear que hacer que el toro pase por allí tres veces. Quitar por quitar no es lo mismo que quitar para triunfar.
No es lo mismo que los de Nuñez tengan un tranco de más que uno de menos, no es lo mismo que quieran terrenos de riesgo que el calor de las tablas. No tiene nada que ver
No es lo mismo darse la vuelta en una peseta qué revolverse como un desertor, lo que hizo el tobillero listo que se sorteó como cuarto de Pereda de esta tarde en Sevilla.
No es lo mismo irse a porta gayola una vez que dos que tres. Dos se tuvo que ir Nazare en el primero de la tarde, en los tres suyos se fue Jiménez Fortes. Cuestión de actitud.
No es lo mismo tener valor que meter miedo al miedo. Lo de Fortes es tremendo, no sabe temer ni cuando el regalito le levantó los pies del suelo con las peores mañas.
No es lo mismo chispear que llover que diluviar. se anunciaba mucha agua y fue tarde de poco, de poco en todo. Tampoco llovió mucho, no paso casi nada.
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