Tomás Prieto de la Cal, ganadero poseedor del encaste Veragua, ofreció ayer por la tarde una conferencia en el marco del Aula Taurina de la Universidad de Almería en la que desgranó las características de unos animales que forman parte de una estirpe única. Prieto de la Cal posee en su finca onubense de La Ruiza, situada en la desembocadura del Río Tinto, los últimos toros procedentes del hierro de Veragua, astados singulares por sus impresionantes hechuras, por sus pelos jaboneros, melocotones, chorreados, berrendos… y también especiales por pertenecer a una estirpe que lucha contra la “uniformización que la modernidad ha traído al toreo”, el monoencaste de origen Domecq que acapara la mayor parte de las ferias. “Siempre se dice que todo tiene que evolucionar, también en la tauromaquia. Aquí se evolucionó pero se sobrepasó un límite hace treinta años que no se tenía que haber pasado. Eso ha ido en detrimento de la fiesta porque se ha creado un toro hecho a medida para la fiesta del siglo XXI. Se ha perdido la esencia”, explicó Prieto de la Cal, que reclamó una vuelta “a los encastes, a los novilleros y a la esencia de la fiesta”. “Hay que quitar todo lo que se ha hecho en contra de ella, especialmente el toro de lidia actual, que carece de emoción, de personalidad. La lidia actual está basada en derechazos y naturales cuando es mucho más rica que todo eso”, señaló el ganadero. Defensor de la fiereza del toro Prieto de la Cal heredó la ganadería Veragua a la edad de nueve años, a la muerte de su padre, una ganadería, que, explicó ayer, se define exclusivamente por sus toros, animales que han guardado con absoluta lealtad un legado genético que habla de la historia de las reses de lidia. Crítico con la Unión Europea y con las acciones que desvían la atención sobre las cuestiones más acuciantes que presenta el mundo del toro, el ponente defendió la fiereza del toro como animal de difícil manejo en el campo y en la plaza y mostró su oposición a las controvertidas medidas que implican manipulación del toro como la funda de los pitones, abogando por la variedad como opción de vida. Ganadero muy cotizado en plazas toristas y con más lidias en Francia que en España, Tomás Prieto de la Cal nunca ha renunciado al nicho fundacional de su ganadería, los toros de Veragua vendidos por su primer propietario en 1927 y que llegaron a su padre muy contados. Esos toros son los más parecidos a aquellos otros animales que se lidiaron en la plaza de toros de Almería hace 125 años, toda una rareza histórica. El ganadero no se mostró demasiado optimista con el futuro de la fiesta. A su juicio, deben cambiar muchas cosas: “El presente de la lidia es malo al igual que lo ha sido el pasado inmediato. El futuro puede mejorar si el sistema también lo hace y para ello el mundo empresarial taurino debe entender que no podemos seguir el mismo camino que hasta ahora. ¿De quién depende? Del aficionado y de los propietarios de las plazas. Ellos son los que tienen la última palabra”.
Artículo publicado en almeria360.com: Tomás Prieto de la Cal: “El toro de lidia actual carece de emoción y personalidad” http://almeria360.com/ual/portada-universidad/03052013_tomas-prieto-de-la-cal-el-toro-de-lidia-actual-carece-de-emocion-y-personalidad_73307.html
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