Les aclara la ideas a Bardem, Mosterin y kukuxumusu en Burladero
Sobre Mosterín, por ejemplo, dice
Sus argumentos siempre son la vejación y el insulto hacia los seres humanos que profesionalmente o como aficionados se reconocen en la fiesta de los toros y su último (pero no el último, seguro) vómito lo hace en la entrevista que aparecía en la contraportada de El País del pasado sábado. A la pregunta ¿odia la tauromaquia?, Mosterín responde (cito textual): "No. Me produce mucha lástima. Es un mundo de cursilería, supersticiones, lleno de gente moralmente muy obtusa.... Estoy a favor de los toros, los toreros me dan pena. Habría que darles una beca para que aprendieran un oficio honrado".
Tal conmiseración (habitual en él) retrata la memez intelectual del supuesto ídem, incapaz de argumentar con rigor. Quizás es que, consciente de que precisamente los argumentos que (él y otros de su cuerda) podrían aportar al debate no pasan de un buenismo tan extravagante como inconsistente, opta por la falaz y repetida vía de la superioridad moral. Y eso, claro, es una memez
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