JOSE LUIS MORENO SE REIVINDICA EN EL RUEDO (Crónica 4ª feria de Córdoba)

Foto Fidel Arroyo

Hacía ayer diecisiete años un joven torero de Córdoba se doctoraba en tauromaquia en el Coso de los Califas. Aquella fecha, que muchos recordarán, aquel joven novillero llamado José Luis Moreno veía cumplido un sueño. Una bonita tarde en la que salió por ver primera por la puerta principal de la plaza de su tierra tras cortar dos orejas al toro de su doctorado. Ayer, diecisiete años después, José Luis Moreno volvió a traspasar el ansiado y deseado umbral de la Puerta de Los Califas. Hace casi veinte años ya apuntaba a lo que podía llegar; en el día de ayer, con el poso y la solera de dan los años, Moreno ratificó que es un torero en sazón, un torero que torea con pureza y con verdad, y al que no se le hace justicia ocupando un lugar en el escalafón totalmente inmerecido. Por eso, su público le empujó y estuvo a favor de él toda la tarde, y como el torero de Dos Torres es un hombre agradecido, no defraudó a nadie. José Luis Moreno cumplió con creces las expectativas que despierta en Córdoba, y las despertó como solo él sabe. Toreando. Muchos podrán pensar que el premio fue excesivo, motivado por el paisanaje y el cariño de la afición cordobesa, pero la verdad es que José Luis Moreno, en este su primer paseíllo de la temporada, cuajó una tarde de toros, sino redonda, muy completa para como está hoy la fiesta de los toros.

Ya a su primero, un animal noblote, pero soso a más no poder, José Luis Moreno le cuajó un trasteo que tuvo pasajes de buen gusto y en el que estuvo muy por encima de su oponente. Mató eficazmente y el público, de forma minoritaria, le solicitó un trofeo que la presidencia reglamento en mano no concedió. Salió el cuarto, un animal bien conformado, y José Luis Moreno lo recibió con un ramillete de lances a la verónica, dos de auténtica belleza y temple, que fueron muy aplaudidas por el respetable. Volvió a lucirse en un quite a la verónica en la que el toro ya mostró su noble condición. Pañosa en mano, José Luis Moreno planteó un trasteo que a la postre le permitió un triunfo muy deseado. El secreto estuvo en no atacar mucho en las primeras tandas, para evitar que el animal se desengañara y viniese a menos. Una vez afianzado,  José Luis Moreno muleteó con mucha verdad. Adelantando el engaño, embarcando al animal para correr la mano con despaciosidad, temple y buen gusto. Destacaron las tandas sobre la mano diestra, que resultaron macizas y calaron en el tendido. Igual tono tuvo el toreo al natural, así como los muletazos de adorno finales que precedieron a un estoconazo que fue una perfecta rubrica a la faena. Dos orejas pues para José Luis Moreno, que sirvieron para que una vez más saliera triunfante de su plaza y ante su publico.

Manuel Jesús El Cid trata de reencontrarse consigo mismo. El torero de Salteras no se encuentra en buen momento, sus últimas actuaciones así lo demuestran, pero ayer en Córdoba se vio a un torero dispuesto a volver aquel lugar de privilegio que ocupara no ha mucho. Su primero fue devuelto por su falta de fuerza y fue sustituido por un sobrero de la misma ganadería. Un toro cinqueño y de mucho volumen con el que nunca acabó de estar confiado. La faena pecó de sosa y de falta de consistencia. Mató de forma hábil y el público le obligó a saludar desde el tercio. En su segundo, al que no pudo recibir lucidamente con el capote, tras brindar al público le cuajó una faena de más a menos, en la que hubo pasajes, sobre todo en el toreo al natural, en los que recordó al diestro añorado por la afición. El trasteo tuvo sus pasajes más lúcidos cuando El Cid le dio distancia a su oponente, para tratar de engancharlo adelante y correr la mano con temple. Ahí fue cuando de verdad rompió la cosa. Luego El Cid acortó distancia y su labor fue difuminándose para quedar en la nada. No obstante, y como mató de una gran estocada, a sus manos fue a parar una oreja quizás demasiado benévola para ser plaza de primera.

Daniel Luque fue el único que no consiguió trofeos. Luque es un torero de mucha estética. Maneja el percal con soltura y buen gusto. Destacó tanto en los lances de recibo a sus dos toros como en un quite al delantal en un toro de El Cid. La faena a su primero tuvo brillo y fue del gusto de la concurrencia. La verdad es que fue una labor elegante y de mucha plasticidad, con el pero de la falta de ajuste y profundidad. Podría haber cortado una oreja si la espada hubiese viajado en buena dirección, pero cayó en los bajos y perdió el posible premio. En su segundo estuvo más desconfiado. El toro tenía una embestida brusca y poco uniforme. Eso fue motivo para que la faena resultase muy irregular. Mejor en la parte final, cuando, con decisión, consiguió alguna tanda de mucho mérito. Falló con los aceros, dos pinchazos precedieron una estocada, y fue obligado a saludar poniendo el colofón a una tarde en la que el torero de la tierra, José Luis Moreno, tuvo el máximo protagonismo logrando abrir la deseada Puerta de Los Califas. Otra vez más.

Ficha de la corrida

Ganadería: Seis toros de La Palmosilla, correctos de presentación, nobles y buenos para el torero en líneas generales, pero sosos y carentes de fuerza. El segundo fue devuelto y sustituido por otro de la misma ganadería.  Cuarto y quinto fueron ovacionados en el arrastre.Toreros: José Luis Moreno, de grana y oro. Ovación tras leve petición y dos orejas. Manuel Jesús 'El Cid', de azul añil y oro. Ovación con saludos y oreja. Daniel Luque, de grosella y oro. Ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso. Incidencias: Plaza de toros de los Califas. Corrida de toros. Cuarta del abono de la feria de Ntra. Sra. de la Salud. Media entrada en tarde de temperatura primaveral. Destacaron en la brega Rafael Figuerola y Abraham Neiro. El Boni saludó montera en mano tras banderillear al quinto. Antes del inicio de la corrida se guardó un minuto de silencio en memoria de los colaboradores de la empresa Pedro Jaén, Magdalena de la Cruz y José Simeón, recientemente fallecidos. Igualmente se entregó a Daniel Luque el trofeo al mejor toreo de capote que pone en liza la Sociedad Propietaria de la plaza de toros. Al finalizar el festejo, José Luis Moreno salió a hombros por la Puerta de Los Califas.