Juan José Padilla (nazareno y oro): silencio tras leve petición y oreja tras petición.
El Juli (grana y oro con cabos blancos): dos orejas y silencio.
Juan José Padilla estuvo variado con el capote ante su primero. Brindó al público, volcado con el jerezano y formó un alboroto colocando banderillas.
El Juli (grana y oro con cabos blancos): dos orejas y silencio.
La consistencia de Juli, la verdad de Perera, el oficio de Padilla
Podíamos empezar con
el clásico “Decíamos ayer” empezó la temporada y hay cosas que no cambían,
Olivenza se llena ¡¡albricias!!, el ambiente es magnífico, nos encontramos a “todo”
el torero, los compañeros de la chusma, y los aficionados viajeros de siempre por
las empedradas calles de la ciudad de la técula-mécula,
Padilla dejó constancia
de su carácter en ambos toros. Al que abría plaza, buen toro, le enjaretó una
faena en que quiso hacer las cosas muy despacio y muy bien, en los medios, la
faena nunca tomo el vuelo necesario y hubo una leve petición tras pasaportarlo
de una estocada efectiva, Al muy buen cuarto y desde el recibo de largas
cambiadas de rodillas, las banderillas con un par al tercio saliendo por dentro
de mucho mérito, con la muleta, su repertorio habitual de mucha conexión, inicio
genuflexo, pide la música, trasteo poderoso y manoletinas finales. Gran
estocada y bronca a la presidencia cunado decidió conceder sólo una oreja al
gaditano pese a la mayoritaria petición de la segunda.
Luego… luego Juli, que,
si está convaleciente, la doliente seguridad social le debía hacer un
seguimiento para aplicar sus técnicas de rehabilitación en otros accidentados Ha estado toda la tarde pletórico, firme
consistente y fresco, al buen segundo , que brindó a Manolo García (El último de
la Fila) y que estaba en primera fila del callejón, lo supo entender a base de distancia,
temple y poder, faena de zapatillas clvadas en el albero y muñecas jugando con
las embestidas del buen toro, que pareció mejor
en sus manos, de Garcigrande, al
que mató peor que toreó. Al sexto otra faena distinta, de maestro , con mil
matices, impresionantes las lopecinas de cercanía y despaciosidad inverosimiles.
Perera cuajó al quinto
en una de las mejores, más variadas y completas faenas en esta plaza especial
para todos los extremeños, cumbre y versátil con el capote, criolinas,tafalleras,
afarolados….. Firmeza con la pañosa, dos tercios de ella por el albero siempre,
sublime hasta que un desarme desanimó la locura, junto al frío que se echaba,
de un público entregado., Antes al tercero no pudo más que cuajarle una seria
faena, pelín larga, culminada de estocada
Juan José Padilla estuvo variado con el capote ante su primero. Brindó al público, volcado con el jerezano y formó un alboroto colocando banderillas.
Arrancó la faena de muleta genuflexo, con seis muletazos exigiendo, a un toro colorado ojo de perdiz con buena embestida. Padilla plantea la faena en los medio, pero se le complica. Por el derecho lo ve más claro. Al final el animal hace amago de tablear. Mata de estocada tendida.
El segundo de la tarde fue un castaño albardado, ante el que El Juli estuvo innovador y lúcido con el capote. Brindó a Manolo García y comenzó en los medios con pases cambiados. Mucha distancia, temple y tanto poder que hacía olvidar que estuviera casi convaleciente. Cuajó al burel en medio de un lío gordo en los tendidos. Remató con redondos y bernadinas impactantes, con los talones clavadas. Mató de estocada algo caída y trasera.
Burraco el tercero de Garcigrande, que se fue yendo abajo a medida que avanzaba la faena. Toda la emoción la puso Perera, que porfió en una faena larga ante un toro de inciertas embestidas. Saludó Joselito Gutiérrez en banderillas. Mató de estocada y escuchó palmas.
Largas cambiadas de Padilla para recibir al cuarto, mal picado. Quitó por tafalleras rematadas de rodillas y ofreció un intenso segundo tercio que cerró con un par al quiebro por dentro. Inició la faena en los medios, de rodillas, y pidió música, antes de ver al más clásico Padilla ante un excelente toro de Domingo Hernández. Remató su labor con manoletinas.
Juli se enfrentó con un toro complicado, el segundo de su lote, pero estuvo firme y lo dominó a base de toques y muletazos aislados. Faena de poder y matices, para aficionados, ante un toro reservón y de menos fuerzas que se quedó corto. Dos pinchazos y estocada.
Negro, de Domingo Hernández, el que cerró plaza. Lo deja entero Perera que quiere resolver la tarde. Muy variado y torero con el capote: quites por tafalleras, criolinas, gaoneras y remate a una mano. Con la muleta faena de firmeza y mucha verdad culminada de una gran estocada.
Miguel Ángel Perera (grana y oro con cabos blancos): palmas y dos orejas.
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