Morilla, herido en el píe, corta una
oreja y Galván se va de vacío, ante los potables toros de Martelilla.
La tarde era tarde de humildes, de los que tienen que
resolver su futuro, de los que se sabían de memoria la fecha de hoy y los toros de hoy y el vacío de
mañana. Se la jugaron ante una corrida de Marteliila, lo del Marqués que antes
era predilecto de las figuras y ahora no lo quieren ya y se va quitando del
campo bravo, nos cuentan que hasta el hierro titular va camino del matadero.
Pues al corrida sirvió, sirvió para ver triunfar a Pérez Mota con el mejor lote,
podía haber sido más rotundo el triunfo pero…¿Que se le va a pedir a quien
torea apneas un puñado de tardes? Pues voluntad, maneras y tirar la moneda, el
de El Bosque, puso ganas y quizá le faltó sitio y sentido de faena ante el buen
quinto, bravo y con transmisión y que se quería comer los engaños, al que le enjaretó una faena deslavazada con
pasajes muy brillantes, bien con el capote
resolviendo con la espada. Al segundo le había cortado una oreja a base
de toreo con sentido estético, muy buen recibo capotero, y buen torero con la diestra, quizá el toro hubiera admitido
otros terrenos.
Morilla fue pisado cuando toreaba de capa al primero de la
tarde, justo de fuerzas, el portuense no
se arredrí y mantuvo el tipo, ceñidas chicuelinas muy cercanas al riesgo,
luego, en la faena de muleta, con el público a favor y entregado, descalzo,
firmó cosas importantes, empezó con tres cambiados por la espalda rematados con
un aplaudido pase de las flores, luego, series medidas aprovechando las
bonancibles embestidas del astado, en los medios de la plaza, todo en torero,
manoletinas finales y oreja tras una buena estocada. Al cuarto lo cuaja con la
seda en un manojo de verónicas hondas con remate en media de brillante trazo.
luego, quita de frente por detrás y tras un serio tercio de banderillas, brinda
al paisaneje y empieza la faena junto al estribo, tras una primera serie el
torero se descubre por mor del viento, el toro se orienta y descompone las
acometidas, voluntad y riesgo componen la faena. El mal uso de los aceros
aguaron la tarde de Morilla
Galván se fue de vacío en la tarde de los gaditanos, no sorteó con buen son pero…, bueno sin peros.
Al tercero, incierto, le empezó la faena con verdad y sentimiento por la
derecha, el toro no se acaba de entregar, y al cambiar de pitón no se acoplan toro
y torero , ganas no le faltaron al matador de reciente alternativa ante el
proteston toro,, con la espada mal, como en el sexto un toro brutote en marquesón, listo con los rehileteros, agarrado al suelo,
defendiendose, sin humillar, porfía Galván sin mucha fe en un trasteo largo y
que nunca remonta , entre enganchones, sustos y la voluntad de quien quiere
llegar, mal con la espada y es que sin pasar no se mata. Todo se andará, digo
yo
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