Esta festividad tuvo lugar el 26 de mayo y, como solía
ocurrir en muchísimas localidades, Valverde del camino celebró un espectáculo
taurino.
En aquellas fechas, el coso de la calle Carpinteros estaba regido por
Leonardo Muñoz Ordóñez y, lógicamente, el taurino nazareno montó una novillada
picada con la intervención de su hijo Emilio, que entonces contaba con 14 años
de edad, que estuvo acompañado del novillero colombiano Santiago Cortés en la
lidia de tres reses del Conde de la Maza y otras tres de Antonio Méndez.
Los
astados con el hierro del aristócrata mansurronearon en exceso y no dieron
opciones para el triunfo mientras que los que lucían el hierro de Méndez
fueron, por el contrario, bravos y dos de ellos recibieron el justo premio de
la vuelta al ruedo entre las ovaciones de los tendidos que se cubrieron en algo
más de la mitad de su aforo, dada la expectativa levantada por Emilio Muñoz.
Santiago
Cortés estuvo muy valiente durante todo el festejo tanto a la hora de torear
con el capote como con la muleta pero se encontró que le correspondieron los
tres novillos mansos del encierro que, además, también ofrecieron peligro. El
colombiano pudo mucha voluntad y ganas de agradar, algo que si llegó a los
tendidos, pero no encontró el material idóneo por lo que al matar a sus dos
primeros novillos escuchó algunas palmas y, al terminar con el quinto de la
tarde, paseó una oreja como premio a sus ganas y deseos.
El
triunfador de la tarde fue lógicamente Emilio Muñoz que, por entonces, llamaba
la atención de los espectadores con su graciosa figura infantil, su desparpajo
y, por supuesto, sus excelentes maneras de torear. En esta ocasión tuvo un lote
a propósito para hacer el buen toreo y el joven diestro se lució en los tres
quehaceres que estuvieron jaleados por los olés y las ovaciones de los tendidos
que, al concluir de atinadas acciones con la espada, le premiaron con las
orejas y el rabo, saliendo triunfante del coso valverdeño tras obtener un total
de seis orejas y tres rabos así como el reconocimiento de los aficionados.
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