"Eramos pocos y parió la abuela" oido a algún ganadero

Lidiado por Paquito Leal

Corridas de búfalos

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Lucas Pérez El Mundo

¿Búfalos en las plazas de toros? Ahora ya es posible. Una boda y el ambicioso reto del banderillero Paquito Leal sirvieron para hacer realidad la imagen de este animal asiático embistiendo con codicia y poder al capote y la muleta sobre la arena de un coso taurino. Lo nunca visto.

El curioso hecho se produjo el pasado domingo en la francesa plaza de toros de Tarascon Sur Rhone y el protagonista, el mencionado Paquito Leal, que pasará a la historia en ser la primera persona en torear un búfalo. «Tengo un amigo en el matadero de Arles y un día al visitarlo me llamó la atención ver allí un búfalo.

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"Me dijo que una persona cercana que los criaba para obtener leche de búfala para el queso mozzarela pero que los machos no le servían y se los enviaba al matadero. Entonces se me ocurrió la idea de poder lidiarlo", asegura Paquito Leal a mundotoro.com.

Dicho y hecho. El pasado domingo, aprovechando la boda del dueño del matadero y después de que el matador Medhi Savalli torease un toro, se escogió un búfalo que, por su comportamiento en la finca, donde llegó a matar a dos vacas por sus embestidas, pensaron que era el idóneo. "Salió a la plaza y fue rebotado de burladero en burladero pero luego embistió humillado al capote, con gran movilidad. Nos sorprendió a todos", asegura Paquito Leal.

Por temor a la respuesta de asociaciones en defensa de los animales, no se practicó la suerte de varas con el búfalo, lo que hizo que las embestidas no fueran todo lo templadas que se deseaban. "Le di 20 capotazos y 30 muletazos en una lidia sobre las piernas porque el animal no sangró. Incluso me llegó a dar una pequeña cornada en la mano", continúa.

El animal no fue estoqueado y después de torearlo fue devuelto al matadero, donde los veterinarios analizaron su ADN. "Las pruebas han concluido que el ADN de los búfalos es similar al de los toros de la Camarga. Yo desde pequeño pensaba que estos animales se podían torear igual que un toro y, muy desencaminado, no iba", finaliza Leal.

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