A mi amigo Jesús de Fariña

Traemos otra vez esta entrada a primera linea ante los comentarios que entran al respecto

Querido Jesús:

¿Has leído "La mala Hora? ¿Ha caído en tus manos en uno de tus interminables viajes, siempre camino del toro y de una forma única de entenderlo? En la novela, el bueno de Gabo relata, con magistral pluma y mala leche de nobel, como el anonimato no es más que una forma de violencia y de intimidación. Cada mañana, las paredes del pueblo amanecían adornadas con carteles en los que se revelaban detalles íntimos y escabrosos de sus habitantes, eran rumores infamantes, verdades a medias o denuncias vergonzantes sobre la vida de los vecinos.

La libertad de expresión es una aspiración que cualquier hombre justo debe tener. El derecho a expresarse en libertad, transmitir sus propias convicciones, exponer argumentos, es quizá una de las piedras angulares de nuestro sistema de valores. Dejar que los demás hagan lo propio es justicia debida, ya saben "no estoy de acuerdo con ninguno de sus argumentos, pero me dejaría matar por que usted los pudiera expresar libremente"

Internet y este invento para torpes redomados como el que firma que son las bitácoras, han significado una explosión de libertad de expresión y una pared grande, como el frontón de Barbadillo de Herreros, lleno de posibilidades de contar cosas y que estas tengan una cierta repercusión. Paralelamente da posibilidades a unos cuantos cafres acomplejados a tener un breve instante de gloria que usan para insultar, ofender, calumniar, levantar falsos testimonios amparándose en la cobardía del anónimo, la mera invención de una falsa identidad cibernética o incluso llegar a la delictiva suplantación de personalidad

Esta página nació con la idea de servir de punto de encuentro de unos cuantos aficionados al toro de este rincón de nuestra España, con cierto amor a la literatura y para que fuera usado como medio de expresión por cualquiera que se quisiera servir de Ambitotoros.

Recuerdo con cariño el día que recibimos el primer comentario, de Juan desde Granada, recuerdo con ironía desengañada los días que empezaron los primeros insultos. Yo tengo espaldas, cabeza y poca vergüenza suficiente para lidiar a este tipo de degenerados. Sin embargo siempre me he sentido impotente ante los insultos, menosprecios y ofensas a terceras personas. He temido por las repercusiones legales de estos comentarios, pero me preocupa más el daño moral del "difama que algo queda" y el dolor en el corazón de alguna persona.

Alguien se ha servido de un nombre de fábula y ha demostrado su analfabetismo supino en el uso indebido de la be de verborrea para faltar a un torero. Me da asco y me duele, me duele por que se la soledad que se puede llegar a sentir a miles de kilómetros de casa, toreando en sitios donde muchos de nosotros no nos atreveríamos a acudir ni con el Equipo A de escolta, y leer una barrabasada de esta índole vomitada por un paisano .

Amigo Jesús, hermano, perdona, han usado estas páginas para ofenderte, no te descubras, no le des oportunidades a esa alimaña que no tiene un pase, por no tener no tiene ni nombre cierto. No entres en el juego de la mentira, la infamia y la falta de valor. Sabes que cualquier día se te acercará el infame en un rincón de tu Huelva a darte un beso, el beso de Judas, otro más.

Este es un mundo de hombres, donde la verdad, el honor, la amistad, la valentía, la lealtad son los valores que priman, tu tienes de todo esto para callar bocas. Tu sabes cual es tu sitio en esto del toro, yo también lo se.

No, definitivamente no es un logro del que nadie se puede sentir orgulloso camuflarse para vituperar, pero tu tienes raza, recursos y torería para darle la importancia que tiene semejante villanía.

Se te quiere y lo sabes.