La peña Santiago Ambel Posada despide la temporada.
La peña con sede en la capital pacense que honra al joven matador Santiago Ambel Posada, el cuarto poder de esta Extremadura que manda en el toreo, se reúne en Los Fresnos, la finca extremeña de don Luís Terrón, para despedir la temporada del 2008, una temporada con balance esperanzador, diez tardes se ha vestido de luces el nieto de Juan Posada, diez orejas ha cortado, dos corridas en plazas de primera y la espadas en todo lo alto para el año próximo, que debe ser el de la confirmación de expectativas levantadas por Ambel Posada. Su toreo de poder y sentimiento, de romperse en la vertical y sentirse al toro por la taleguilla en cada lance.
Nos invitan nuestros amigos extremeños a una jornada campera que es un placer, el recibimiento esplendido en su sencillez por parte de Rafael Mingarro presidente y máximo currante de esta peña de 33 socios-trabajadores, la vieja dehesa cuidada con mimos de jardín versallesco es un capricho para los sentidos, un lujo el aperitivo previo al cocido extremeño “con todos sus avios” que hubiera dado aliento a un difunto y que se sirve en el comedor semicircular con marquesina sobre la plaza de toros de piedra y con callejón, el ambiente distendido, la compañía inmejorable, la gastronomía oportuna para un bello día de otoño de esta bendita tierra que es la baja Extremadura, ¡tan lejos y tan cerca siempre!.
Nos encontramos con viejos amigos, con amigos de amigos, con nuevos amigos que lo serán para siempre y la peña, la familia Posada (una tribu de unión y torería), y los propietarios del cortijo, Luís y Kiko, ejercen de perfectos, silentes y acogedores anfitriones.
El centenar de partidarios que se reúnen se ve engalanado por la presencia del padrino de alternativa, aquella tarde de Pamplona…, Julián López “el Juli”, su actual mentor Luís Álvarez , el anfitrión Luís Terrón, Javi Ambel, y otras gentes del toro que quieren acompañar y animar al matador de dinastía.
Ese señor de la vida y del toreo que es Luís Álvarez nos confirma la ruptura con Salvador Cortés, Santiago Ambel no hará temporada americana, Julián se muestra relajado y ansioso de iniciar la temporada donde no descarta algún gesto que será gesta…, atardece en el placer de la conversación entre gentes del toro.
Llega la hora de darle capa y muleta a un par de vaquillas de las de encaste Murube Urquijo que pastan en el Fresno, rompe el fuego y se prueba Juanlu Ambel Posada, “Maravilla de Posada” en el mundo del toro, se gusta, se estira, se entretiene jugando al toro y midiendo su casta, que no es corta a tenor de la dinastía. El homenajeado pendiente en la boca del burladero, sale otro chaval que prueba las boyantes embestidas de la vaca, haciendo las cosas a la antigua forma, tomas los trastos entonces el matador y muestra las formas y maneras de la añoja, su personal tauromaquia, sus conceptos, su progresión que lo han de llevar a triunfar en la próxima temporada.
Nos comenta Rabel Mingarro que esa es la idea, que los chavales disfruten este día, que una generación de aficionados jóvenes rocen el toro, mamen la afición y disfruten de una forma de amar la vida.
La fiesta degenera en cante, flamenkito y copas duras, el abajo firmante se retira a sus cuarteles de invierno de la eterna onuba con las recias impresiones que dejan, en la retina y en el corazón, la buena gente, el buen toreo y la verdad de las amistades eternas.
La peña con sede en la capital pacense que honra al joven matador Santiago Ambel Posada, el cuarto poder de esta Extremadura que manda en el toreo, se reúne en Los Fresnos, la finca extremeña de don Luís Terrón, para despedir la temporada del 2008, una temporada con balance esperanzador, diez tardes se ha vestido de luces el nieto de Juan Posada, diez orejas ha cortado, dos corridas en plazas de primera y la espadas en todo lo alto para el año próximo, que debe ser el de la confirmación de expectativas levantadas por Ambel Posada. Su toreo de poder y sentimiento, de romperse en la vertical y sentirse al toro por la taleguilla en cada lance.
Nos invitan nuestros amigos extremeños a una jornada campera que es un placer, el recibimiento esplendido en su sencillez por parte de Rafael Mingarro presidente y máximo currante de esta peña de 33 socios-trabajadores, la vieja dehesa cuidada con mimos de jardín versallesco es un capricho para los sentidos, un lujo el aperitivo previo al cocido extremeño “con todos sus avios” que hubiera dado aliento a un difunto y que se sirve en el comedor semicircular con marquesina sobre la plaza de toros de piedra y con callejón, el ambiente distendido, la compañía inmejorable, la gastronomía oportuna para un bello día de otoño de esta bendita tierra que es la baja Extremadura, ¡tan lejos y tan cerca siempre!.
Nos encontramos con viejos amigos, con amigos de amigos, con nuevos amigos que lo serán para siempre y la peña, la familia Posada (una tribu de unión y torería), y los propietarios del cortijo, Luís y Kiko, ejercen de perfectos, silentes y acogedores anfitriones.
El centenar de partidarios que se reúnen se ve engalanado por la presencia del padrino de alternativa, aquella tarde de Pamplona…, Julián López “el Juli”, su actual mentor Luís Álvarez , el anfitrión Luís Terrón, Javi Ambel, y otras gentes del toro que quieren acompañar y animar al matador de dinastía.
Ese señor de la vida y del toreo que es Luís Álvarez nos confirma la ruptura con Salvador Cortés, Santiago Ambel no hará temporada americana, Julián se muestra relajado y ansioso de iniciar la temporada donde no descarta algún gesto que será gesta…, atardece en el placer de la conversación entre gentes del toro.
Llega la hora de darle capa y muleta a un par de vaquillas de las de encaste Murube Urquijo que pastan en el Fresno, rompe el fuego y se prueba Juanlu Ambel Posada, “Maravilla de Posada” en el mundo del toro, se gusta, se estira, se entretiene jugando al toro y midiendo su casta, que no es corta a tenor de la dinastía. El homenajeado pendiente en la boca del burladero, sale otro chaval que prueba las boyantes embestidas de la vaca, haciendo las cosas a la antigua forma, tomas los trastos entonces el matador y muestra las formas y maneras de la añoja, su personal tauromaquia, sus conceptos, su progresión que lo han de llevar a triunfar en la próxima temporada.
Nos comenta Rabel Mingarro que esa es la idea, que los chavales disfruten este día, que una generación de aficionados jóvenes rocen el toro, mamen la afición y disfruten de una forma de amar la vida.
La fiesta degenera en cante, flamenkito y copas duras, el abajo firmante se retira a sus cuarteles de invierno de la eterna onuba con las recias impresiones que dejan, en la retina y en el corazón, la buena gente, el buen toreo y la verdad de las amistades eternas.
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