sábado, 26 de enero de 2008

Triunfal festival en Lucena del Puerto

Javier Conde dejo en Lucena muestras de su personal taurmaquia
Paco Barroso se volvio a reivindicar en Lucena, aquí abrochando una serie de capotazos con torería

El rejoneador Leonardo Hernández evidenció su total recuperación


Ventura demostró a lomos de Mexico que no es fácil ganarle la partida








Triunfal festival en Lucena del Puerto.
Dentro del exceso de trofeos destaca una muy seria faena de Barroso
Festival picado con motivo de las fiestas en honor de San Vicente Mártir. Casi lleno
Tres toros de la Prusiana, uno de Millares y dos de Torremilla por este orden, de aceptable juego y faltos de fuerza en general. Pepe Luís Vázquez dos orejas, Víctor Puerto, Javier Conde. Paco Barroso Ventura y Leonardo Hernández dos orejas y rabo
Empezó el festejo con un último homenaje a Miguel Báez Spuny que fue consagrado como presidente perpetuo de todos los festejos que se celebren en Lucena del Pueto. No es poca cosa para este gandiense de nacimiento que en el mismo día se hace lucenero de adopción y presidente de su plaza de toros, oficio de mucho predicamento pero poco “parne”, ninguna de ambas cosa le hacen falta al Litri más cuando tiene el cariño demostrado de este pueblo.
Pepe Luís Vázquez era único de los espadas que hizo el paseillo ayer en la plaza portátil situada en la salida de Bonares, que ha toreado con el maestro del barrio de San Sebastián, gloriosa reinauguración de la Merced. Es un torero de otra época de otro estilo se manejó con gracia y estilo en algunos momentos de la faena al endeble novillo de la Prusiana que le tocó en suerte, no le vemos con el empuje necesario para ese relanzamiento de su carrera que anuncia, pero de su exquisito sentido de la tauromaquia se puede esperar cualquier cosa.
Víctor Puerto sorteó otro ejemplar de pocas fuerzas y al que domino sabiendo sacar sus mejores series por el pitón derecho del novillo con un toreo poderoso y fácil que consiguió arrancar el primer rabo de la tarde. No es nuestro oficio ser crítico de moda pero alguien debería decirle que ese traje vaquero, con el que no es la primera vez que nos sorprende en los diversos festivales, tiene poco de campero y menos de torero.
Javier Conde anduvo pinturero, deleitó a sus incondicionales con esa forma tan suya de entender el toreo a medio camino entre la tauromaquia que deviene de Costillares y una coreografía de Tavora. El noble y playero de pitones que le toco en suerte le ayudó a completar una faena que remató a la segunda y llegó con fuerza a los tendidos poblados de buena gente que iba a pasarlo bien y a quien el malagueño les dio lo que esperaban de él.
Lo de este hombre de Huelva que se llama Paco Barroso tiene un merito que poca gente es capaz de percibir, torea poco, pero ni se aburre, ni pierde el sitio ni la ilusión ni las maneras, ni se anquilosa aún es capaz de evolucionar y cuando le sale un enemigo como el cuarto de hoy marcado con el hierro de Millares, el más “guapo” de la corrida, con alguna dificultad al vencerse en mitad del viaje, que lo desarma dos veces y le quita los pies del suelo, se arma de oficio, le puede, lo somete, lo domina y le endosa una faena completa por ambos pitones, de poder a poder al principio en el centro del ruedo y derrotándolo al final al hilo de las tablas. Este lucenero de adopción, vuelve a clamar, esperemos que no en el desierto de los que no quieren oír, que se esta perdiendo un torero de los pies a la cabeza con motor, corazón y tauromaquia para ocupar en el escalafón lugares distintos a estos por lo que en la actualidad deambula.
Por cortesía de los caballeros rejoneadores y gracias al arte negociador del Mangui y al señorío de Leonardo Hernández padre, debido al mal estado del piso plaza se pospuso para el final la actuación de los dos hombres que comparecían esta a tarde en Lucena a lomos de sus caballos de rejoneo. Ventura esta puestísimo con una cuadra muy renovada y ante un novillo que le cortaba el viaje y se enteraba, desgranó una faena encimista sin que le tocaran nunca las cabalgaduras, magnífico el lusoarabe de salida, Girasol y los clásicos lusitanos Cali y Té, la sabia afición al caballo de la localidad y los pueblos limítrofes supo agradecer la demostración de doma y manejo de las ayudas de que hizo gala el portugués toda la tarde.
Leonardo salio enrabietado. Era la primera vez que le veíamos después del percance que le ha dejado un ojo inutilizado, la mejor noticia es que no hay muestras aparentes de que la lesión afecte a su torero, Se ha pegado un arrimón, ha hecho la cosas con clasicismo hasta que, al pararse el burel, ha optado por desarrollar un torero espectacular en especial con Calisay y Espartaco.
Bonita tarde de toros la de Lucena con gente en los tendidos que fue a pasar un rato agradable y a fe que lo han hecho, disfrutando de una tarde de inmejorable temperatura y buen juego y actitud de toros y toreros.

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