SEÑORIO DE CUADRI
Existen en el orbe terrestre lugares mágicos, sitios donde, desde la noche de los tiempos, el hombre acude a adorar sus dioses, honrar a sus muertos y pedir por sus vivos. Dicen que la Rábida es uno de esos lugares encantados, he sentido esa impresión en la Peña de Arias Montano, abruma a quien visita por primera vez la pequeña mezquita que pervive junto a la plaza de toros de Almonaster la Real y nadie puede evitar sentir algo parecido en Los Montes de San Benito del andevaleño Cerro. Obviamos por su fuerza de atracción incontestable la aldea del Rocio. Fuera de nuestra provincia sucede a todo el que entra por primera vez en la Mezquita de Córdoba, subiendo a la riojana Valvanera, gozando de la santina en Asturias y en otros miles de sitios encabezados sin duda por Roma, La Meca, Machu Picchu y algunos centros universales de oración, recogimiento y adoración.
No creo pecar de exagerado si digo que las sensaciones para el amante del toro bravo son muy parecidas cuando, por uno de los accesos posibles, dejando atrás el cortijo de labor de Juan Vides, se adentra en Comeuñas y empieza a ver las vacas pastar junto al camino, las vacas cuyas entrañas guardan la solera de la bravura, el sabor de lo añejo, lo inimitable que hace diferente al Cuadri de todo lo que pasta y se lidia en el campo bajo el calificativo de bravo.
Los recuerdos afloran cuando en la tardía infancia y primera juventud, en mis correrías triguereñas acompañando a Rafael y Antonio Lucena, de repente paraban la minicross, y señalaban con orgullo, cuidado ese toro es de Cuadr, a cualquiera que andaba por Comeuñas cogiendo espárragos o buscando gurumelos, que ya hay que tener ganas de deleitarse con tan gastrónomicos placeres Desde entonces cada vez que he vuelto he sentido que me adentraba en el callejón dorado de Praga donde acudían alquimistas de todo el mundo para encontrar el oro de la de la Bravura. También he observado con pasmo que igual que aquellos amigos hacían treinta años atrás, muchos triguereños sienten y padecen lo de Cuadri como algo propio.
Es una mañana de este dulce Febrero, no sabemos si por el cambio climático o por uno de esos caprichos de los dioses. La neblina no nos impide ver una liebre de colosales dimensiones y orejas prominentes, alguien no puede obviar hacer una comparación sobre el tamaño de la rabona y el de algún ejemplar que se lidia como cuatreño en las plazas de nuestra geografía taurina. La puntualidad es la educación de los pobres y con anglosajona puntualidad llegamos, José Escobar detrás de su puro impenitente el sempiterno mayoral y Gaspar el vaquero de siempre también con el puro de siempre. La acogida es afable, son profesionales de las acogidas: raro es el día que no viene alguien “invitado” a la ganadería, miembros de una peña, periodistas, veedores, aficionados, alguien del pueblo que quiere echar de comer a los toros que se van a lidiar en Madrid.
El señorío se conoce en los pequeños detalles y aquí siempre el recibimiento es sencillo, austero y amable, sin alharacas innecesarias pero con ese grado de familiaridad que hace que cualquiera se quiera sentir como en casa. La casa es un cortijo típico y sencillo de la primera mitad del siglo pasado, suelo empedrado, puerta orientada al sur y gran corral trasero, no hay “luz de Sevillana” advierte con guasa el vaquero, y las paredes de la estancia las adornan viejos carteles de toros con el nombre de Cuadri, premios y reconocimientos de lo mas alejados e insospechados lugares y fotografías siempre con el hierro de la H como motivo, H que nos aclaran solícitos que solo se “tumbó” cuando pertenecían a la unión y se confundía con lo de Hernández Pla, Don Celestino puso la H por Huelva y la puso derecha
Deleite de invierno primaveral, placer de conversación senequista, capricho de dioses Comeuñas en este febrero con la compaña de José Escobar, el ordenador de herederos de Celestino Cuadri. Fernando el alma mater de la ganaderia se encuentra en manos de un sacamuelas.
Primero acudimos a un cercado donde pastan las hembras con las crías del año y el semental, se para y nos señala con el bastón una vaca grande, como un toro, esa es buena, es de la reata de las enredadoras, la reata preferida de Don Celestino, sus hermanas son tramposa, mentirosa, lianta…, vaya familia
Curiosa la forma de nombrar la reata de esta casa ganadera. Esta la reata de los tratantes, (romana, corredor, bascula) la de las flores (clavellino, Rosa, Margarita) la de los oficios, la de los zapatos…
No es malo el oficio del semental, patrón de una piara de entre 20 y treinta vacas, poco jaleo, buen pienso, y larga vida. El semental es nuevo, joven y no sabemos que resultado dará padreando, nos dice el séneca de Comeuñas, dentro de un par de meses lo quitamos y al cabo de diez días metemos otro en esta misma piara, para que cubra a las vacas que se hayan quedado vacías, dejamos pasar esos días para que no haya dudas, no pase como con las persona que muchos no saben quien es el padre, con la madre no hay dudas. Se quedan vacías muchas vacas, continua el mayoral este ganado no es como el manso que encualquier granja se quedan preñadas el 99% de las hembras.
Sigue el paseo y ahora, caballero de alazán corcel, el mismo que siempre monta este hombre poco aficionado al caballo, nos quiere arrimar a la pared de piedra a los ocho toros apartados para Madrid y ahí surge la mala noticia, los toros de Madrid han roto la alambrada de su cercado han pasado el corredor que los separa del otro cercado han roto la alambrada del cercado vecino y están con los de Sevilla. La pelea es bronca, los morlacos se enzarzan por los cuernos, y braman, la mirada de los caballistas muestra preocupación y José masculla lo malo es el que viene por detrás, estos de cara es difícil que se hagan daño pero el otro pincha en blando y pude dar una cornada que desgracie un toro, siempre hay un hermano que va defender a uno de los peleones y ese es el problema. Los toros del mismo cercado no se suelen pelear pero cunado se juntan, como hoy, la bronca es segura.
Sin aspavientos los dos caballistas logran separar las dos corridas y empujan los de Madrid hacia el cercado correcto, José riñe al derrotado” Te han calentao el jato, madrileño, ahora vuelve por más candela”. El cuadri lo mira y parece que lo entienede y uno no puede dejar de acordarse de aquel día en que, a un toro emplazado en Valverde, que nadie era capaz de mover ni un ápice, lo obligó Escobar a irse a los corrales a fuerza de voces y con el mero gesto de agacharse dos veces simulando coger inexistentes piedras del cernido albero.
Otra vez surge el profundo conocedor de la ganadería el ordenador que recuerda los teléfonos sumando los números de las vacas 64(Revisor) 15 ( rosita) 18(comediante)…
Surge decíamos y avisa cuidado con el toro, va caliente y está acobardao, no asomar la cabeza por encima de la pared, y apenas diez segundos después el cuatreño levanta la cabeza y por dos veces hace intento de saltar, la desbandada es casi general, el tractorista atina con una piedra a asustarlo y pasa el peligro que con clarividencia había advertido el ordenador de Cuadri con la suficiente antelación.
Pasado el mal trago se acercan a reparar la alambrada “pa que no se ajunten más los sevillanos y los madrileños que esto es como el futbol que hay que ponerlos separaos”
En el resto de los cercado están las corridas que se lidiaran en Madrid Sevilla, Huesca Valverde, San Martin de Valdeiglesias y poco más, la camada es corta y la selección exigente en esta ganadería que en palabras del profundo conocedor que es Domingo Prieto es como el cariño verdadero que ni se compra ni se vende, Nunca ha refrescado la sangre desde que el fundador la creará ni nunca ha vendió una sola hembra que no vaya al matadero
Así acaba esta mañana en lo más hondo de los arcanos del campo bravo español. Una sugerencia para el diccionario ilustrado, al llegar a la palabra señorío, del a que existen seis acepciones, todas se deben ilustrar con Cuadri, por que si señorío, es dominio o mando sobre algo la ilustración perfecta es Fernando Cuadri si nos vamos a la segunda acepción Territorio perteneciente al señor, estaremos hablando de Comeuñas y Cabecilla Pelá si seguimos a la tercera Dignidad de señor. José Escobar es su hombre, si contnuamos en la cuarta Gravedad y mesura en el porte o en las acciones. Vaqueros y personal si nos detenemos en la quinta.. Dominio y libertad en obrar. El toro de Cuadri merece imponerse y por úl la sexta. Conjunto de señores o personas de distinción. Es una descripción ad hoc para la familia al completo, Fernando, sus hermanos, sus hijo Celestino, el hijo del infortunado Luis, Antonio Abad todo educación y saber estar, y en fin tres generaciones que han conseguido crear, mantener y dar visos de continuidad a un idea romántica y única de entender la ganadería en la que se derrocha señorío, sencillez y hombría de bien.
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