En los días
previos a su marcha a América, Miguel Ángel Perera ha
recibido todo el calor, cariño y reconocimiento de su gente. En un día de campo
en el que se han reunido más de doscientas personas, todos ellos, miembros de
las distintas agrupaciones que ensalzan la figura del torero pacense, la
gratitud de Perera ha hecho de la
jornada un día para guardar en la memoria.
Han pasado ya
diez años de su alternativa; desde entonces, Perera cuenta con seguidores
incondicionales en toda España, y las peñas que lucen con todo su orgullo el
nombre del torero, han ido creciendo.
El punto de
encuentro ha sido la finca de Miguel Ángel Perera en Olivenza
(Badajoz), y hasta allí han acudido admiradores y amigos llegados desde Gijón,
Getafe (Madrid), Villafranca de los Barros, Fuente del Maestre y Puebla del
Prior (Badajoz), Cáceres, Calera y Choza (Toledo), y Valera de Abajo (Cuenca),
a las que en los próximos días se sumará una nueva en Santander.
Cada peña ha
hecho entrega al torero de un recuerdo, en el que se le reconocen estos diez
años de andadura, así como el trato personal que siempre ha tenido Perera para con cada una de ellas.
Como no podía
ser de otra manera, la jornada también ha ido acompañada de toreo. Muchos de
los aficionados se han atrevido a ponerse delante de los animales, bajo la
atenta mirada de Perera y algunos de
los miembros de su cuadrilla. Los primeros en apuntarse a vivir la experiencia
han sido los muchos niños que también han asistido al acto, con los que el
torero se ha desecho en cariño, y a los que ha acompañado a la hora de dar sus
primeros lances. 
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