La feria de los desnudos. Los desnudos de la feria

Se acabó esta feria rara de 2014, que se llama de Abril y se celebra en Mayo, a la que no vienen apenas figuras y las que vienen no están, que se presumía ruinosa y se cierra rentable, con mucho azteca en el tendido y en las casetas y con una nómina de vencedores, Ferrera, Montalvo, Jimenez, Ventura, Andrés Romero y David Mora que no hubiera acertado ninguna casa de apuestas en el Noviembre de 2013.

En la lista de los "mejorados", entran mejor que salen, Escribano, Esaú, Torrestrella, Del Álamo, El Pilar, Victorino... Los fracasos notables de Luque, de El Cid, de los 5T, de Castella, de La Maestranza como plaza.Y en medio, Ponce, Ureña, Adame, Nazaré, Fandiño, que si pero no, que apuntan pero no disparan.

Se acabó esta feria que ha servido para desnudar muchas cosas. Ha servido para demostrar que Juli, Morante, Perera, Talavante y Manzanares tienen la capacidad de hacer potables para el toreo toros que han pasado desapercibidos en otras manos. También ha quedado palmariamente demostrado que los cinco (solos o en cuadrilla) gozan de un tirón de 2000 personas por tarde en taquilla y de 500 abonos. Su fuerza como figuras es evidente en el ruedo, es relativa en la taquilla.

Estos carteles ha servido para desnudar a mucho cuentacosas que se ha dejado toros sin ver, toreros sin crónica y asuntos sin reseñar. Unos por vicio, otros por intereses, algunos por negligencia.

Esta feria ha servido para desnudar a una entidad como La Maestranza, atada de pies y manos por un contrato, de acuerdo, pero incapaz ni de guiñar un ojo a la realidad. La posible presencia de Fernando Domecq, inmerso en un proceso de enajenación de la mayor parte de su ganadería, como interlocutor y delegado para asuntos taurinos de la monárquica institución, debería ayudar a desfazer agravios.

Esta feria ha servido para desnudar a figuras que no son figuras, o no lo son en Sevilla, o no saben ejercer como tal en esta plaza. Los que han venido, por número de tardes y carteles,  con ese marchamo, Ponce, Luque, Castella, El Cid, Adame, Escribano... no han podido soportar el peso del toreo sobre sus hombros, unos porque están de vuelta, otros por que no lo ven y otros por que no les tocaba y deben cuajarse

Este triste serial ha servido para demostrar que los cinco toreros, ahítos de la soberbia de dos de ellos y del seguidismo de los otros tres, son la base artística de la fiesta brava en 2014  y lo son por que son los mejores delante del mayor número de toros. La ausencia espuria de estos cinco hombres ha vaciado los tendidos de gentes que no creo que den la oportunidad de que los vuelvan a echar.

El abono de 2014 ha servido para desnudar a una empresa rancia, a unos veedores anquilosados, a un sistema corrupto y a una plaza que debe innovar. Sin embargo se cuenta que, en cuanto a números, Pagés ha defendido el asunto bastante dignamente. Ha entrado mucho menos, pero ha salido muchísimo menos, en la caja de la Calle Adriano, a ver si, en el lío, no han ganado más dinero que otros años en que jugaban cuatro cinco tardes a plaza llena. La Maestranza, propietaria del coso, no piensa igual, claro, su "porciento" si ha menguado y mucho , me atrevo a decir que en más de una cuarta parte.

En resumen, esta feria ha desnudado a la fiesta, que está para sopita y buen vino. Ojala esta desnudez haga abrigarse en la gente del toro y buscar sinergias en ganaderos, figuras, empresas, toreros de escalafón, cuadrillas,  y aficionados. Alguien debería ser capaz de sentar a muchos otros en un cuarto sin oídos del que nadie pudiera salir hasta que fuesen conscientes de la dura realidad que atraviesa el toro.

Reconocerlo sería el primer paso para empezar a arreglarlo y esta forma de tocar fondo de la feria de Sevilla debería ser el acicate para empezar a poner piedras del nuevo edificio del toreo, la casa de todos.