Bernardo Romero pregona las
Colombinas con fundamento
Tintes históricos, onubenses y reivindicativos en el XXX pregón
taurino de Huelva
Presentación de
altura a cargo de escritor almonteño Juan Villa
Bernardo Romero
pregonó en el patio de la escuela de artes y oficios León Ortega, antiguo
matadero de Huelva, ante numeroso público, las principales autoridades civiles
y militares de la ciudad, representantes de la empresa de La Merced,
aficionados locales y algunos venidos de los pueblos más taurinos de la
provincia como Trigueros o Zalamea, representantes de la prensa taurina.
Escasos profesionales del mundo del toro, que ponemos en el debe.
Presentado en una
breve y sólida locución por el novelista almonteño Juan Villa, el autor de
"Los Almajos" se refirió al pregonero como un hombre culto, del toro,
onubense y con antecedentes taurinos propios (la orejas propias en su sitio y
una ceja partida como recuerdo) y familiares, que respondían al sabroso nombre
de Azuquita.
Anduvo Bernardo
por los caminos de la historia, desde Teseo, al Minotauro, con citas de Garcia
Cortazar, no dejó de ser Romero combativo, luchador, y exigente en la defensa
de una fiesta que debe cambiar y evolucionar para permanecer viva y presente en
una sociedad cada vez más destaurinizada.
Como los trajes de
faralaes que han sido capaces de evolucionar, modernizarse sin perder su
esencia.
Desglosó uno
carteles de toro que empiezan con Huelva; Miranda (Trigueros taurino por
excelencia), Juan Ramón Jiménez ( glosando al poeta homónimo en su prosas más
toreras de Platero y Yo) y ese Alejandro que se anuncia Conquero ( como el
conchero que entre los dos ríos de Huelva da forma e historia a la ciudad )
para cerrarse con ese Andrés Romero que a caballo estará presente en la mejor
corrida de rejones posible en la historia.
Pregón de ideas,
de nociones, de aquellos que sirven para que los aficionados se pertrechen de
argumentos, como dijo el alcalde de Huelva en el cierre del sencillo pero
consistente acto que sirve de punto de partida de las Colombinas, no sólo en su
vertiente taurina 2013.
Supo el pregonero rematar versificando los carteles y pasando con
los dedos del alma de puntillas por las tagarninas, los ponches de colombinas,
los “bolloleche” o esos Litris de los
que hay que hablar si queremos habalr de toros en Huelva con fundamento, y a fe
que anoche se hizo en el patio del viejo matadero.
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