En al adios de Pedro Macias

Primeros festivales de Higuera

En el mediodía de ayer,  se celebró el entierro multitudinario de un hombre del toro, de un pilar de la empresa y la sociedad civil onubense, pero ante todo de un hombre, de un padre, de un abuelo, de un compañero, de un amigo. De un amigo de muchos, uno de ellos pena con la tristeza inmensa de una ausencia en el adios que me fue impuesta por causas de la distancia y la vida y que se que Pedro nunca me podra perdonar y que me costará algún día un Muga eterno allá en el cielo, hablando de toros, claro.

Como corresponde a una persona de amplios afectos y prolongada y comprometida presencia en nuestra sociedad, fue un entierro masivo, de pena honda, de personalidades de la vida social de Huelva y Sevilla, dándole el cariño que él a lo largo de su generosa vida había repartido.
Además de Carmen, su báculo en los tiempos duros de enfermedad, sus hijas, Cristina, Rocío (casada con el ganadero Juan Luis Fraile) y su hijo Manolo, la afluencia masiva de gente del toro, los maestros Litri padre e hijo, con sus esposas, Curro Romero, Espartaco, El Tato, Paco Ojeda, Emilio Silvera, Manuel Roig, los banderilleros de Huelva, Miguel Conde, Manolo Contreras, Pedrito Muriel, mozos de espadas, Pepe Chavez, Antonio Tinajon, Manolin Prieto, gentes de la prensa, Paco Guerrero, Jose Antonio Marquez, Jose Ángel Ruciero, Manuel Jesús Montes. Ganaderos, Juan Luis Fraile, Manuel Bajo " Las Monjas " y Marcelino Acosta, Carlos Gonzalez, la lista es larga y seguro que se quedan muchos por detrás. Empresarios, miembros de la FOE, gentes de leyes, y amigos.

Sólo una oración rociera, un recuerdo por nuestros buenos ratos y esa pena infinita y muda que da eliminar un nombre de nuestro teléfono movil, un nombre que quedará grabado siempre en nuestro corazón, por el cariño y el sitio que siempre nos quiso dar.