En tiempos de mindundis, de gentes chicas, de tibios, de medipensionistas y advenedizos Tomás prieto de la Cal demuestra por que es grande.
Tras lo de Zaragoza lo llamamos, no nos coge, y, a la hora, nos devuelve la llamada.
-Si.
- Tomás
- Javier
. Jodido, ¿no?
. Si muy fastidiado.
. Que mal,. esa corrida que era para ponerte en las ferias y...
- Ah no... fastidiado por que se me ha muerto mi caballo
- ¿El que entró en la cuadra por Capitán?
- Si ese, Javier, un amigo, un jaco valiente y noble.
- Y lo de Zaragoza.
- Javier, no sirvió, no se si me ha hecho daño. He lidiado este año novilladas nuevas, Fui a Zaragoza con diez toros elegidos con mimo, los líos de corrales, la tarde.... Una ilusión grande, una frustración, pero bueno eso no es nada con lo del caballo, mi compañero de todos los días.
- Y la critica
- Bueno, siempre hay quien se ceba, es natural
- Que lo siento Tomás
- Lo se de ti y de unos cuantos más,
- ¿Y ahora...?
- En Invierno, tranquilo, a tomar decisiones
- Suerte
- Javier, que se agradece la llamada
No hay más que decir, uno sería de lo que criase Tomás, aunque fueran dragones de Sumatra, por empatia, por entender su forma de entender la ganadería, Seguro que toma las decisiones acertadas, y en todo caso, las valientes
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