Esta tarde en la Maestranza me dediqué a comer pipas y ver lo que por allí pasaba pero tenía al lado a mi buena amiga Rocío que hizo la crónica por mi.
Saúl Jiménez Fortes ha vuelto a puntuar y ha dado dos vueltas al ruedo en una novillada celebrada en Sevilla en la que tambien ha gustado Manuel Fernández por su disposición y su contudente espada, quien a su vez ha dado una vuelta al ruedo. Ignacio González, sin apenas opciones ante una bonita y seria novillada de El Serrano de muy poco juego.
Jiménez Fortes se lució en su quite tras el primer puyazo en el tercero. Toreó con la mano baja en el comienzo, sacando al novillo a fuera, aunque la labor se vino de más a menos, porque el de El Serrano perdió fuelle y recortó enmbestida por el derecho. Un poco mejor por el izquierdo, por donde el malagueño dejó ver su empeño y ganas, estando muy variado. El sexto bis ha sido el único novillo que se has empleado en el peto aunque pronto acusó la misma faltas que sus hermanos, su escaso recorrido.Fortes toreó entre los pitones, logrando lo poco que tenía su oponente. En todo momento muy por encima del novillo y tras estocada y descabello, vuelta al ruedo.
Manuel Fernández lidió un novillo alto pero de embestida descompuesta -el segundo- que no tragaba dos muletazos seguidos. Por el pitón derecho iba algo mejor, pero terminó midiendo al torero tras cada muletazo. Esfuerzo de Fernández que apenas pudo dejar una buena estocada. Lanceó muy bien al quinto, de hecho fue el único que pudo estirarse de capote. De nuevo volvió a estar por encima del animal con mucho tesón, muy en novillero, pero se estrelló contra la sosería del utrero. El estoconazo, en otro momento hubiese significado una oreja, pero sólo dio una vuelta al ruedo.
Ignacio González pechó primero con un utrero falto de fuerzas muy cuidado en varas. Se lo llevó a los medio el cordobés, pero el animal sólo duró una tanda. Disposición y por encima de un animal muy agarrado al psio en todo momento. El cuarto fue igualmente parado. De poco le sirvió la cuidadosa lidia, porque cuando llegó a la muleta no se movió nada. Le costaba obedecer a los toques de Ignacio González, que ante tal oponente sólo pudo poner voluntad sin más opción.
CRÓNICA DE ROCIO FRANCO PARA MUNDOTORO.COM
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