El pasado lunes y con lleno se lidiaron toros de José Luis Pereda y la Dehesilla, ni buenos, ni encastados, ni colaboradores, ni se comian a nadie, pues bien. Rivera Ordóñez, silencio en ambos tras un millón de avisos. El Cid, silencio y ovación perdió trofeos por la espada. Y El Fandi, dos orejas y dos orejas y un lío en banderillas, claro, con el capote, con la muleta y hasta para matar.
Cuestión de actitud, de los matadores... y del público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario