El onubense cortó dos orejas a un eral del Travieso, después de fallar el rabo con la espada.
Intervinieron en la novillada de la escuela, además del onubense y ante el ganado mencionado del Travieso, José Miguel Cabrera, Díaz Cruz, El Manriqueño, Emilio Molina, Carlos Moya y Fernando Gandullo que desorejaron a los novillos y salieron a hombros.
El onubense se gustó con el capote y consiguió enjaretar series de sabor y poderío por ambos pitones en una faena larga y de mucho mérito ante un novillo con mucha movilidad.
Una pena que la espada hiciera guardia, lo que no resta importancia a la evidente evolución de su toreo, su valor y su gusto con los trastos.
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