El domingo 24 de marzo de 1.996 debió ser una fecha importante para Jesús de Fariña. Sin embargo, diversos acontecimientos impidieron que la corrida en la que su amigo Emilio Silvera, y con el testimonio de Paco Aguilera, le iba a conceder la alternativa pudiera celebrarse. Fue un jarro de agua fría sobre las ilusiones del torero onubense, pero, una vez más, las circunstancias no estuvieron a su favor.
Tuvo que esperar unos meses y las gestiones de unos amigos para que el doctorase se produjese. Y se anunció en la plaza de toros de Valverde del Camino para la tarde del sábado 17 de agosto, con Luís de Pauloba como padrino y Pedrito de Portugal como testigo de ceremonia con reses de Amparo Valdemoro.
Bastante público en los tendidos del coso de la calle Carpinteros cuando se inició el festejo, con mucho calor ambiental y mucho ambiente en torno al torero choquero, que había elegido para la ceremonia al toro llamado “Cariño” y que estaba marcado con el número 41 y que, durante su lidia, no ofreció las cualidades deseadas. El animal resultó reservón, parado, mirando mucho y presentando muchas complicaciones; en suma, un auténtico regalo para una alternativa.
Menos mal que, en el sexto de la tarde, la fortuna le acompañó algo más en su segundo astado, cuya dificultad mayor estuvo en la carencia de fuerzas para soportar la lidia. Con éste, afortunadamente, si pudo lucirse el toricantano en la tarde tan soñada y esperada.
Por ello, Jesús de Fariña, tras recibir el doctorado de manos de Luís de Pauloba, comenzó muy bien pero, al pararse el animal, la faena bajó de tono, complicándose cuando el toro buscaba al torero que optó por cortar su quehacer, aunque no estuviera afortunado con los aceros, por lo que recibió un recado presidencial mientras el público silenciaba su labor.
Pero los espectadores esperaban a Jesús de Fariña y tuvieron que aguardar hasta el último de la tarde, al que le instrumentó un precioso quite con dos lances y medio, inspirado en el jerezano Rafael de Paula, uno de los ídolos del onubense. Este quite fue acompañado por la ovación más fuerte de toda la tarde. Después, con la muleta, el nuevo matador tuvo algunos altibajos como es el toreo de Jesús de Fariña, quien, al finalizar su actuación, recibió la única oreja de la tarde.
El padrino de la ceremonia, Luís de Pauloba, tuvo una correcta actuación, especialmente en el primero de su lote, al que le realizó una faena de mucha calidad pero que, como es habitual en él, no concluyó con los aceros, por lo que todo quedó en saludos tras aviso mientras que en el complicado cuarto no pasó de discreto. Por su parte, Pedrito de Portugal pasó con más pena que gloria por el coso valverdeño, sin esforzarse ni exponer nada ante sus dos oponentes, por lo que los aficionados locales quedaron decepcionados al igual que con el encierro enviado por Amparo Valdemoro, que presentaron más dificultades de las previstas y no colaboraron para que los toreros pudieran divertir a los espectadores.
Así fue la alternativa de Jesús de Fariña hace ya doce años. Desde entonces, su carrera profesional se ha cimentado en tierras sudamericanas, donde ha actuado en numerosas ocasiones mientras que en España apenas cuenta con oportunidades. Y, pese a esos doce años transcurridos, aún no ha tenido la ocasión de debutar en la plaza de su tierra natal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario