Don Juan Moreno, letrado en el feliz estado de la jubilación, nos manda varias reflexiones, en forma de preguntas malintencionadas y cargadas de tanta mala leche como sentido común, sobre los hechos de Córdoba (si pincha usted aquí, ve la exposición de los hechos)
¿Podría el presidente haber cometido un delito?
¿Debería la fiscalía tomar cartas en el asunto?
¿Sena la competente la fiscalía anticorrupción?
¿Son un cachondeo los previos de determinadas corridas de
toros?
¿Tendría que estar un notario en las básculas?
¿El señor Moyano se puede mirar al espejo sin sonrojarse?
¿Es esta la autogestión que desde hace años pretenden algunos?
¿Hay o
ha habido presidentes ejerciendo como pseudoapoderados viajando por México?
¿Las uniones de abonados de donde quieran que sean no dicen nada?
¿Estaba en lo cierto cuando escribí en un medio de comunicación que aquí nos engaña hasta la autoridad?
¿Es que pensaba en el Señor Moyano en su última actuación cumpliendo con su misión de
defensa del espectáculo integro y de los espectadores?
Cuantas preguntas me hago, al as que no tengo respuestas pero muchos de ustedes seguros que si tienen
Juan Moreno Toscano
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